jueves, 17 de junio de 2010

coran y sunna


En el Nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo

Lo que sigue es una exposición muy breve de elementos esenciales para comprender el Islam tal cual es, como ha sido transmitido por los grandes conocedores del Islam a través de todos los siglos, y, por tanto, libre de cualquier tergiversación.

I - LAS BASES

Islam es someterse a Dios. Es la respuesta natural del hombre que reconoce que tiene un Creador. Islam empieza al reconocerse dos verdades evidentes:

- Que no hay más que un solo y único Dios, sin padres, ni madres, ni nada ni nadie que Se Le asemeje, Creador y no creado, eterno y no criatura. Uno y no varios (no dos, no tres ni muchos, sólo Uno y Único), Soberano de los Cielos y la Tierra, Infinito en toda clase de perfecciones, no puede nacer o morir pues es Eterno más allá de toda limitación del tiempo, nadie puede dañarle, Él está más allá de toda la Creación, superior a toda la Creación, Creador y Señor Sublime. En árabe se le dice ‘Al-láh’.
- Que Muhammad, la bendición y la paz de Dios sean con él, es un Profeta de Dios. Muhammad , siervo de Dios, que, sin leer ni escribir, sin riquezas ni poder ni grandes medios, sobrevivió a todos los intentos de sus enemigos y, con su simple ejemplo y entrega a Dios, ha dado lugar a una nación de creyentes que ha sobrevivido por más de 1,400 años, cuya enseñanza y ejemplo han dado lugar a varias civilizaciones, y que es tenido como el más grande ejemplo por más de 1,200 millones de personas hoy en todo el mundo. Él es, para la historia de la humanidad, una luz tan poderosa que nada ni nadie ha podido borrar su huella. Y hoy en día la religión que él volvió a traer para la humanidad, sólo por la ayuda de Dios, es la religión que más crece en el mundo, a pesar de todo el materialismo de esta época.

Estas dos declaraciones son la puerta de entrada a un Camino lleno de conocimiento por el cual uno se comprende a profundidad a sí mismo, a la Creación y al Creador y vive en este mundo como servidor de Dios Altísimo, recibiendo constante apoyo de su Señor para seguir adelante, hasta el momento en que Él nos lleve a su encuentro.

Este Camino es el Camino de Muhammad , que es en esencia el mismo camino de todos los Profetas que hubo antes que él . Es el camino del ser humano completo (insan al kamil).

Se compone de tres aspectos que nunca se separan entre sí, que se van recorriendo poco a poco, dando lugar a un hombre y mujer nuevos, y generando una luz constante para el mundo. Son las tres dimensiones del Islam. [Regresar]

II - LOS NIVELES DEL ISLAM

'Umar ibn al – Khattab, uno de los más grandes Compañeros del Profeta Muhammad , y el segundo Califa Recto del Islam, dijo:

“Cuando nos sentábamos un día con el Mensajero de Allah (que la bendición y la paz de Allah sean con él), un hombre en ropas blancas puras y cabello negro azabache se acercó a nosotros, sin que tuviera rastros de haber viajado, aunque ninguno lo conocía.
Se presentó al Profeta colocando sus rodillas contra las de él, apoyando sus manos en sus piernas, y dijo: "Muhammad, dime sobre Islam". El Mensajero de Allah dijo: "Islam es testificar que no hay ningún dios más que Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah, y llevar a cabo la oración, dar el zakat [la entrega de una parte de nuestra riqueza pasado si ésta llegar a pasar de cierto monto, por una única vez al año y en beneficio y para distribución inmediata a otros más necesitados], ayunar en Ramadan [el mes del ayuno] y llevar a cabo la peregrinación a la Casa [la Ka’aba en la Meca] si uno encuentra la manera."

Dijo: "Has dicho la verdad", y nos quedamos sorprendidos de que primero preguntara y después confirmara la respuesta. Entonces dijo: "Dime sobre la fe verdadera (iman)", y el Profeta respondió: "Es creer en Allah, Sus ángeles, Sus Libros inspirados, sus Mensajeros, el último día, y creer en el destino, tanto el bueno como el malo."

"Has dicho la verdad", dijo: "Ahora dime sobre la perfección de la fe (ihsan)", y el Profeta respondió:"es adorar a Allah como si Le vieras, pues si no Le ves, Él ciertamente te observa."

Dijo: "Ahora dime sobre la Hora." El Profeta contestó: "El que es preguntado no conoce más que el que pregunta."

Dijo: "Entonces háblame acerca sus señales." El Profeta respondió: "Que la esclava dará a luz a su dueña, y que se verán a pastores indigentes, descalzos y desnudos competir en la construcción de edificios altos."

Entonces el visitante partió. Esperé un rato largo, y el Profeta me dijo: "¿Sabes, Umar, quién era el que preguntó?" Y respondí, "Allah y su Mensajero saben más." Dijo: "Fue [el arcángel] Gabriel, que vino a enseñarles vuestra religión" (Sahih Muslim, 1.37: hadiz 8).

Éste es un hadiz (transmisión de un dicho o hecho del Profeta) rigurosamente autentificado, descrito por el Imam Nawawi como uno de los hadices sobre los que descansa la religión del Islam. El uso de la palabra "religión" (din) en las últimas palabras de este hadiz -"vino a enseñarles vuestra religión"- implica que la religión del Islam está compuesta de los tres aspectos inseparables mencionados en el hadiz:

- Islam, o el acatamiento de lo que Allah nos pide (seguir la legislación islámica);
- Iman, o la creencia en asuntos del No-Visto de lo que los profetas nos han informado; e,
- Ihsan, o adorar a Allah como si uno Lo viera.
El Islam sunnita o Ahl al - Sunna wa'l - Jama 'ah, es decir, el Islam rectamente entendido en base al ejemplo mismo del Profeta (Sunnah) tal como lo vieron y testificaron sus Compañeros y después de ellos la comunidad de los creyentes (Jama 'ah), entiende la religión islámica tal como ha sido transmitido de maestro a estudiante en una cadena continua desde la época del Profeta (que la bendición y la paz de Allah sean con él) hasta hoy.

La manera de progresar y avanzar hacia Allah en el Islam sunnita o, dicho más simplemente, en el Islam auténtico y tradicional, ha sido durante siglos, e incluso en la actualidad:

- tomar la comprensión del aspecto externo o la legislación del Islam de la mano de juristas vivos que siguen una de las cuatro escuelas de fiqh (las cuatro Escuelas de Derecho Islámico): las escuelas Hanafi, Maliki, Shafi 'i y Hanbali;

- tomar la comprensión del Iman (la creencia de los musulmanes) de hombres de conocimiento vivos que son miembros de una de las dos escuelas de ‘Aqida o creencia: las escuelas Ashari y Maturidi;

- y tomar la rama del Ihsan (la purificación y sinceridad) de maestros vivos de una de las táriqas sufis (agrupaciones de gente que aprende de un Maestro o Shaykh de tasawwuf o sufismo). Estas táriqas se han desarrollado durante los siglos y son, entre otras, las tariqas Naqshbandi, Qadiri, Shadhili, Chishti, y Rifa 'i.

A la base de esto se encuentra el principio según el cual, el que no conoce debe buscar a uno que conoce para aprender de él. Ésa es la importancia de las escuelas en el Islam. Vienen de la mano de gente con gran conocimiento en cada asunto sobre el que trata la escuela respectiva.

Otra cosa que se nota en esta forma tradicional de aprender el Islam es que quien sólo sigue la Ley del Islam desde su aspecto externo, ha incurrido en error. Quien sólo pretende seguir el aspecto interno del Islam, ha incurrido en error. Ambas cosas son necesarias. Lo ha dicho expresamente uno de los más grandes sabios del Islam, el Imam Malik, que Allah esté complacido con él. Y muchísimos sabios reconocidos en la historia del Islam han reconocido esta forma de aprendizaje.

El hombre se compone de un aspecto interno y externo, y el Islam abarca una enseñanza para todas nuestras dimensiones como seres humanos enteros. [Regresar]

III - EL SAGRADO CORÁN Y LA SUNNAH

Todo el Islam parte de dos grandes fuentes:

• El Sagrado Corán (la Revelación de las Palabras de Dios mismo que Él envió a Su mensajero Muhammad ), y
• La Sunnah.

El Mensajero de Dios, Muhammad, que la bendición y la paz de Allah sean con él, nos trajo el Sagrado Corán y nos dejó su Sunnah (su modo de vida). Su Sunnah es el Corán vivido enteramente y de la manera más pura y perfecta. De ahí que su esposa ‘Aisha, que Allah esté complacida con ella, dijera: “él era el Corán caminando”.

Ahora bien, la Sunnah del Profeta Muhammad no sólo son hechos y palabras.

Mucha gente, por desconocimiento, cree que puede ‘saber’ Islam sólo leyendo el Corán o, en el mejor de los casos, leyendo el Corán y los libros de hadices (los dichos o hechos) del Mensajero de Dios .

Pero el Sagrado Corán es entendido a cabalidad sólo si aceptamos y seguimos fielmente al Profeta Muhammad . Y la Sunnah (el modo de vida) del Profeta no son sólo sus hechos y palabras.

Así, por ejemplo, si sólo leyéramos el Corán, no sabríamos cómo cumplir con nuestra obligación fundamental como musulmanes que consiste en hacer la oración (salat) cinco veces al día. Allah no envió el Corán como un libro entero que cayó del cielo hacia nosotros. No. Él podría haberlo hecho pero no lo quiso así. Él hizo descender el Sagrado Corán a Su Enviado, nuestro Profeta Muhammad , y por medio de él lo transmitió a la humanidad. Allah ordenó en el Sagrado Corán: ¡Síganlo! Si lo siguen, me estarán siguiendo. Pues el Enviado habló siempre de parte de Su Señor, inspirado siempre por Su Señor. Por tanto, nadie puede decir que ‘sabe’ el Islam si sólo lee el Sagrado Corán. El Corán está ahí, y debemos recurrir a el, pero el propio Corán nos remite al Enviado, a quien ha declarado “verídico”.

Por otro lado, si sólo leyéramos los libros de hadices del Profeta , se nos estaría escapando un elemento fundamental, esencial, de primera necesidad, que está en la Sunnah. Podemos coleccionar una montaña de libros de hadices pero incluso así no tendremos verdaderamente la Sunnah.

Hoy en día, muchos musulmanes han perdido ese elemento fundamental, y por tanto presentan una figura incompleta, deformada, a veces grotesca o simplemente falsa del Islam. Como musulmanes, no podemos negar que eso es así. Si lo negamos, estaremos faltando a nuestro compromiso con la Verdad y estaremos permitiendo que las cosas sigan así. Esos musulmanes incluso tratan de convencer a otras personas, en base a sus ‘lecturas’ del Corán y los hadices, ¡que así es realmente el Islam!

Pero dice Allah en el Sagrado Corán: “¡Antum al-fuqara, Huwa al-Ghaniyu al-Hamid!” “Ustedes son los pobres y Él (Allah) es el Rico, el Digno de Alabanza”. Las alabanzas a Allah que ha preservado el tesoro del Islam puro y a salvo de todo intento de deformación que nace de nuestras propias faltas.

Podemos leer una montaña de libros y engañarnos a nosotros mismos pensando que estamos creciendo cada vez más. Es más, existe el peligro frecuente de que eso nos haga cada vez más soberbios y ciegos.

Si sólo nos limitamos a leer y leer, seguimos sin el cambio interior que necesitamos para poder ser mejores seres humanos, mejores siervos de Dios, seres humanos verdaderamente completos.

Nuestro Mensajero (que la bendición y la paz de Allah sean con él) ¡no supo leer ni escribir! Y sin embargo no hubo nadie que se comparara a él y él llevó a la perfección del carácter humano a sus Compañeros y dejó un tesoro para la humanidad que en cada generación ha seguido alumbrando y haciendo crecer a los seres humanos.

Hay muchos musulmanes que han leído montañas de libros pero sin embargo siguen viviendo sus vidas de una forma que aleja a la gente de ellos, y dan una mala o a veces pésima imagen del Islam. Dicen que leen el Corán y leen la Sunnah pero cualquier persona con un poco de intuición reconocería que ellos necesitan con urgencia algo en sus vidas que no han sabido encontrar, o no han querido buscar. ¡Algunos incluso necesitan un psicólogo que los ayude a equilibrarse! ¿Cómo es posible eso? ¿Qué se ha perdido que se distorsiona a tal grado lo que significa el Conocimiento?

¿Qué es eso que hace tanta falta hoy en día?

La Sunnah no son sólo hechos y palabras, sino también estados. Los estados del hombre que dijo esas palabras y dio lugar a esos hechos.

Por ‘estados’ nos referimos aquí a la alegría, la esperanza, la misericordia, el temor de Dios, la confianza en Dios, el desprendimiento del mundo, el valor y la entrega incondicionales a la causa de Dios, la generosidad, la bondad, etc., etc., en definitiva, el espíritu sublime y amplísimo del Mensajero de Dios, la bendición y la paz de Allah sean con él. La Sunnah son los hechos y palabras del Profeta que vivió estos diferentes estados al momento de decirlas y obrar como lo hizo. Desde esas vivencias de su corazón, que estaba en la intimidad de Dios, él dijo lo que dijo y obró lo que obró.

Allí está la verdadera fuente de la dicha del musulmán. Él dijo: “No he venido más que a perfeccionar vuestro carácter”. Y esto:

- no se puede aprender leyendo,
- ni se puede aprender viviendo el Islam de manera solitaria.[Regresar]

IV - EL MÉTODO

Por tanto, el método tradicional en el Camino del Profeta ha consistido en aprender el Islam (la sumisión de nuestra conducta), el Iman (la creencia en las cosas del No-Visto que nos sirven para orientarnos adecuadamente en este mundo) y el Ihsan (la sinceridad del corazón puro):

- de la mano de maestros vivos (que ya han avanzado un largo camino antes que nosotros en este sendero), y
- en compañía de musulmanes sinceros con los que vamos aprendiendo y enriqueciéndonos juntos.
Por eso uno de los grandes hombres en la historia del Islam, un espíritu sublime que alumbró con el Islam puro su época, Shah Bahauddin Naqshband (qs), dijo:

Tariqatuna sohbet wa jairul fil jami’ah

“La táriqa (el camino) es mantener la compañía con un Maestro (sohbet) y lo mejor está en la jama’ah (el grupo)”.

De esta forma, manteniendo la compañía de un Shaykh puro y viviendo el Islam en la agrupación de la gente que busca sinceramente servir a Allah, el musulmán:

* Aprende el Islam, entendido aquí (según la frase del hadiz) como el sometimiento de nuestra conducta a las Leyes de Allah, siguiendo una de de las cuatro Escuelas de Derecho Islámico.
* Aprende el Iman, la creencia de los musulmanes, siguiendo la creencia enseñada por las Escuelas de Aqida.

* Aprende el Ihsan, los estados del Profeta , es decir, la pureza completa del corazón humano, siguiendo con humildad y entusiasmo a un Shaykh (Maestro) de una tariqa de sufismo.

Ésta es la forma en que se ha seguido, durante siglos, el Islam, mucho antes de la aparición de algunos movimientos contemporáneos dentro del Islam que pretenden negar esta tradición y reemplazarla, en cambio, por sus propias tendencias y deseos, es decir, traicionando el legado del conocimiento profético verdadero.

Ésta es la forma tradicional y auténtica en que el Islam, por ejemplo, se expandió masivamente por África, por Indonesia y Malasia, en que aparecieron muchas figuras ejemplares en Medio Oriente, en que se mantuvo la grandeza y frescura espiritual del Islam en el Califato Otomano, hasta antes de que los musulmanes cayeran bajo el hechizo hipnótico de los progresos materialistas de una cultura que los tomó por sorpresa.

Bajo la guía de los Maestros, la Comunidad de Muhammad ha conocido la misericordia y la justicia, la esperanza y la humildad, la valentía y la compasión. El método que han tenido los maestros del conocimiento auténtico nunca ha sido una enseñanza basada únicamente en libros y en nuestras propias inclinaciones. Al contrario, la verdadera transmisión del conocimiento siempre ha sido de persona a persona, del que sabe al que quiere aprender, bajo la regla de oro de que el que sabe enseña y el que quiere aprender escucha con humildad y anhelo y, con ello, sutilmente conoce el sabor del conocimiento que perfecciona el carácter, del conocimiento que transforma verdaderamente nuestras vidas y nos permite, poco a poco, poner orden y sentido, una luz, en nosotros mismos y a nuestro alrededor.

¡Qué distinta es esta forma de aprendizaje de las formas 'modernas' de auto-aleccionarse en el Islam! Cuando el método tradicional de conocimiento se mantuvo en alto, el Islam estuvo en alto. Cuando se ha querido romper con esa tradición que nos viene desde el mismo Profeta , hemos caído bajo, en nosotros mismos y en el mundo que nos rodea.

El egoísmo que vive este mundo actual, el individualismo que pone a nuestro propio ego como el centro de todo y que nos hace soberbios, hace que, allí donde los maestros de las escuelas de derecho, de creencia y de espiritualidad islámicas nos entrenan para someternos a nuestro Señor, nosotros queramos más bien ‘liberarnos’ de esas escuelas para ‘seguir por nuestro propio juicio el Islam’ de una forma que se nos acomode a nuestros intereses. Pero en vez de liberarnos, terminamos como esclavos de nuestros egos y esclavos de este mundo. En vez de seguir el Camino de Muhammad , de esa manera sólo se ha seguido el camino del debilitamiento, del auto-engaño y de la soberbia.

Sin embargo, la esencia pura del Islam se ha mantenido siempre a salvo de todo ello. El Islam es uno, único, sagrado y Allah es el Garante del Mensaje que envió a través de su siervo más amado .

Las alabanzas a Allah que ha mantenido viva en esta época la llama sublime del Islam , la forma completa y final en que el hombre y la mujer sinceros pueden acercarse a Dios Altísimo, Allah, subhanahu wa ta'ala.

No hay comentarios:

Publicar un comentario