¡Oh creyentes! No os pongáis a vosotros mismos antes que Allah y Su Mensajero, y temed a Allah. Ciertamente Allah es el que todo lo oye, el que todo lo sabe. (Al-Hujurat 49:1)
martes, 22 de junio de 2010
¿Cómo podemos seguir al Mensajero de Allah (la paz sea con él) en todos los aspectos de su vida?
La manera de Muhammad (la paz sea con él) al oír el Adhan (la llamada a la oración) y la Iqama*.
* Rito de adoración a Allah que anuncia el inminente comienzo de la oración con palabras específicas.
1. Él legisló pronunciar el Adhan con la modalidad Taryi (1), y sin Taryi; y legisló pronunciar las frases de la Iqama dos veces y una vez; y nunca dijo solamente: “Qad qamatis salah” “La oración va a comenzar”.
2. Determinó que quien oye el Adhan debe repetir lo mismo que dice el muecín (quien recita el Adhan), excepto cuando éste dice: “Haiia ala as salah y haiia ala al falah”, debe decir: “La haula ua la quuata illa billah” “No hay poder ni fuerza que no provenga de Allah”.
3. Él dijo: “Quien diga al oír al Adhan: ‘Ashhadu an la ilaha illa Allah washdahu la sharíka lahu, wa anna muhammadan abduhu wa rasuluh, raditu billahi rabban, wa bi muhammadin rasulan, wa bil islam Dinan.’ ‘Atestiguo que no hay otro dios más que Allah, sólo y sin asociado, y atestiguo que Muhammad es su siervo y Mensajero. Me he complacido en Allah, como Señor; en Muhammad como enviado; y en el Islam como religión’, luego sus pecados serán perdonados.” (Muslim).
4. Después de pronunciar el Adhan, es Sunna que quien lo haya oído pida bendiciones para el Profeta (la paz sea con él) y luego diga: “¡Allahumma rabbi hadhihi ad dawa at tamma, was salat il qaima, ati muhammadan al wasila, wal fadila, wab azhu maqaman mahmudan alladhi waadtahu!” “¡Oh, Allah! Señor de esta llamada perfecta y esta oración que se va a realizar, concede a Muhammad la intercesión y la instancia más elevada en el Paraíso y otórgale la posición encomiable que le prometiste.” (Al Bujari).
5. Él dijo que las peticiones que se le solicitan a Allah no son rechazadas cuando se realizan entre el Adhan y la Iqama.
Nota:
1 – Taryi: repetición. Consiste en pronunciar los testimonios de fe dos veces más.
El Dhikr del Mensajero era el más perfecto del de toda la gente; cada palabra suya era un recuerdo de Allah; sus órdenes y legislaciones eran Dhikr. Cuando estaba en silencio, recordaba a Allah a través de su corazón. Él (la paz sea con él) continuaba recordando a Allah cuando estaba de pie, sentado, reclinado, caminando, montando su camello, en sus viajes y en su residencia.
Su guía en el recuerdo de Allah en la mañana y en la tarde.
1. A la mañana decía: “Asbajnaa alaa fitratil Islaam, wa alaa kalimatil ijlaasi wa alaa diini nabiinaa wa alaa millati abiinaa Ibraahima janiifan musliman wa maa kaana minal mushshirikiina.”
“Amanezco con la Fitra (el instinto innato) del Islam, con la palabra del monoteísmo puro, en la religión de nuestro Profeta Muhammad (la paz sea con él) y de la religión de nuestro padre Abraham (la paz sea con él), quien fue monoteísta, musulmán y no se contó entre los asociadores.” Ahmad.
Y decía: “¡Allahumma bika asbahna wa bika amsaina; wa bika nahia wa bika namut, wa ilaikan nushur!”
“¡Oh Allah, por Ti hemos amanecido y por Ti hemos anochecido; por Ti vivimos y por Ti morimos; y a Ti seremos congregados!” Abu Daud, Tirmidi, e Ibn Maya.
Y dijo: “Decid al amanecer: ‘Asbajnaa wa as bajal Mulku Lillahi Rabbil aalamiin, Allahumma innii asaluka Jeira hadhaal iaumi, fatjahu, nasrahu, wa nuurahu wa barakatahu, wa hudaahu,wa audhu bika min sherri maa fiihi wa sherri maa badahu’.”
“‘Amanecemos y amanece la Soberanía de Allah, Señor de los Mundos; Oh Allah por cierto Te pido lo bueno de este día, en su principio, su fin, su luz, sus bendiciones y su guía; me refugio en Ti del mal de este día y del mal de lo que venga luego de él’ y decid lo mismo por la tarde.” Abu Daud.
2. Dijo: Lo mejor del Astighfar (pedir perdón) es: “Allahumma anta rabi la ilaha illa anta jalactani, wa ana abduca, wa ana ala ahdika wa wadika ma istatta'tu, auzu bika min shari ma senatu, abu laka binimatika alaia wa abuu bizanbi, fa ghfir li, fannahu la iaghfir azunuba illa anta.”
“‘¡Oh Allah! Eres mi Señor, no hay Dios más que Tú, me creaste y soy tu siervo, cumpliré las promesas y los compromisos contigo mientras pueda, me refugio en Ti del mal que hice, reconozco Tu merced para conmigo y reconozco mis pecados, perdóname, Eres el Único que perdona los pecados’ quien dice esta súplica con sincera fe de noche o al amanecer y fallece, entrará en el paraíso.” Al Bujari.
3. Dijo: “‘La ilaha illa Allah washdahu la shariika lahu, lahul mulku wa lahul hamdu wa huwa ala kulli shaiin qadiir.”
“‘No existe otra divinidad excepto Allah, Único, no tiene copartícipe; de Él es el dominio, y la alabanza es para Él, y Él es capaz y controlador de todo.’ Quien diga esta recitación diez veces en horas de la mañana Allah inscribirá cien hasanat (buenas acciones), y se le eliminará cien acciones malas. Él será protegido contra Satanás hasta la noche. Nadie podrá presentar algo mejor que esto excepto aquel que ha recitado más que él.” Al Bujari y Muslim.
4. Él recitaba esta súplica al amanecer y por la noche: “AIlahumma inni asaluka al a fia fidunia wal ajira, Allahumma inni asaluka alafua wal a fiia fi dinni wa duniaia, wa ahli, wa mali, Allahumma istur aurati wa amen rauati. Allahumma ihfadhni min baina iadala wa min jalfi wa an iamini wa an shimali, wa auzu bika biadhamaticalan ughtala min tahti.” “¡Oh Allah! te solicito el perdón y el bienestar en los asuntos de mi religión, vida familiar y riqueza, ¡Oh Allah! cubre mis faltas, otórgame la seguridad, ¡Oh Allah! Protégeme por delante, por atrás, por la derecha y por la izquierda, me refugio en Tu grandeza para que no sea sorprendido.” Abu Daud e Ibn Maya.
5. Dijo: “Aquel siervo que dice en cada mañana y noche: “Bismillahi allazi la iadhuru ma ismihi shaioun filardi wala fissami wa hua assamiu ala alim.” “En el nombre de Allah el cual en su nombre nada perjudica, así en la Tierra como en los cielos, Él es quien todo lo oye, el Omnisapiente, (se repite tres veces) no será perjudicado.” Abu Daud, Tirmidi, e Ibn Maya.
6. Abu Bakr As Siddíq (Allah esté complacido con él), dijo: “¡Oh Mensajero de Allah, enséñame unas palabras para que las diga cuando amanezca y cuando anochezca! Dijo: “Di: ‘Allahumma fatiris samawati wal ard alimil gaibi wash shahada; rabba kulli shaiin wa malikahu. Ashhadu ana la ilaha illa anta. Audhu bika min sharri nafsi wa sharri ash shaitani wa shirkihi. ¡Oh Allah!, creador de los cielos y de la Tierra; conocedor de lo invisible y de lo visible; Señor y Amo de todas las cosas; atestiguo que no hay más dios que Tu; me refugio en Ti del mal que hay en mí y del mal de Satanás y su asociado.’ Di esas palabras cuando amanezca, cuando anochezca y cuando quieras ir a dormir.” Abu Daud y Tirmidi.
Su guía en el recuerdo de Allah al salir de casa y al regresar a ella.
1. Cuando salía de su casa, decía: “Allahumma inni audhubika an adilla aw odalla, aw azilla, aw ozalla, aw adhlima aw odhlama, aw ajala aw yujhala alayya.” “En el nombre de Allah, me encomiendo a Allah, ¡Oh Allah! En Ti me refugio para no desviar ni ser desviado, para no oprimir ni ser oprimido, para no insultar ni ser insultado, para no tratar mal ni ser maltratado.” Tirmidi, Nasai, e Ibn Maya.
2. Dijo: “Aquel que dice al salir de su casa: ‘Bismillahi, wala haula wala kuwata illa billahi taala, tauakaltu ala Allah.’ ‘En el nombre de Allah, me encomiendo a Allah, no hay poder sin la anuencia de Allah’ se le dirá: esto te bastará, te protegerá, te guiará y se alejarán de él el Satanás diciendo uno al otro.” Abu Daud y Tirmidi.
3. Cuando salía hacia la mezquita para la oración Al Fayer (del amanecer) decía: “Allahumma iyal fi qalbi nuran, wafi lisani nuran wa iyal fi sami nuran, wa iyal fi basari nuran, wa iyal min jalfi nuran wa min amami nuran, wa iyaI min fauqui nuran wamin tahti nuran. Allahurnma atini nuran.” “¡Oh Allah! Ilumina mi corazón, mi lengua, mis oídos y mis ojos, ilumíname por delante, atrás, por debajo y por arriba, ¡Oh Allah! Dame la luz.” Al Bujari y Muslim.
4. Dijo: “Cuando uno entre a su casa antes de realizar el saludo a su familia, que diga: ‘Allahumma inni asaluka khaira almaulij wa khaira almakhrij, bismi Allahi walijnaa wa bismi Allahi kharijnaa, wa ala rabbina tawakalnaa.’ ‘¡Oh Allah! Te pido buena entrada y buena salida, en el nombre de Allah entramos y en el nombre de Allah salimos. Nos encomendamos a Allah.’” Abu Daud.
Su guía al entrar y salir de la mezquita.
1. Cuando el Profeta entraba a la mezquita decía: “Audhu billahi al adhiim wa biwajhu al Kariim, wa sultaanahu alqadiim, minash shaytaan ar rajiim.” “Me refugio en Allah el Grandioso, por su generoso rostro, por su poder primordial, del maldito Satanás.” Dijo: “Si dices eso Satanás dirá: ‘El día de hoy él esta protegido de mi’.” Abu Daud.
2. Dijo: “Si alguno de ustedes entra a la mezquita que pida saludos y bendiciones para el Profeta y diga: ‘Allahumma aftahlii abuab rahmatika.’ ‘¡Oh Allah! Ábreme las puertas de Tu misericordia.’ Y al salir ‘Allahumma inni asaluka min fadlika.’ ‘¡Oh Allah! Solicito de Tu favor.’” Abu Daud e Ibn Maya.
Su guía al ver la luna nueva.
Al ver la luna nueva decía: “Allahumma ahilahu alaina bilamni walaman, wassalamata wal Islam, wattawfika lima tuhibbu watardha, rabbuna, warabuka AIIah.” “¡Oh Allah! Que sea un mes de seguridad y fe, de salud, salvación, de Islam y que seamos guiados hacia lo que te complace y amas, mi Señor y el tuyo es Allah.” Tirmidi.
Su guía al estornudar y al bostezar.
1. Él (la paz sea con él) dijo: “Allah ama el estornudar y detesta el bostezar. Cuando cualquiera de ustedes estornuda y dice “Alhamdullilah” “Las alabanzas son para Allah” es obligatorio que los musulmanes que lo escuchen respondan “Yarhamuk Allah” “Que Allah tenga misericordia con usted”. En cuanto al bostezar, por cierto es de Satanás. Cuando uno de ustedes siente el deseo de bostezar, que trate de refrenarlo lo más posible, porque Satanás se ríe cuando uno de ustedes bosteza.” Al Bujari.
2. El Profeta cubría su cara con su mano o con su vestimenta y bajaba su voz cuando estornudaba. Abu Daud y Tirmidi.
3. Cuando él estornudó y alguien dijo “Yarhamuk Allah” “Que Allah tenga misericordia de ti”, él contestó: “Yarhamun Allah wa yaghfirlana wa lakum.” “Que Allah tenga misericordia de nosotros y de tí, y nos perdone a nosotros y a ti.”
4. Dijo: “Si uno de ustedes estornuda debe decir “Alhamdullilah” “Las alabanzas son para Allah”, y su hermano o compañero debe decirle: “Yarhamuk Allah” “Que Allah tenga misericordia con usted”, y se le dice “Yarhamuk Allah” que conteste “Yahdiikum Allah wa yuslih baalakum” “Que Allah les guié y haga fácil su situación”.” Al Bujari.
5. Dijo: “Cuando uno de ustedes estornuda y alaba a Allah “Alhamdullilahi”, que se le conteste; pero si no alaba a Allah que no se le conteste.” Muslim.
6. Si alguien estornudaba más de tres veces y nadie le bendecía, el Profeta decía: “Este hombre está constipado.” Muslim.
7. Es cierto que los judíos estornudaban ante el Profeta, esperando que él les dijera “Yarhamukum Allah” “Que Allah tenga misericordia con vosotros”, pero él decía “Yahdiikum Allah wa yuslih baalakum” “Que Allah les guié y haga fácil su situación.” Tirmidi.
Su guía cuando alguien ve a una persona que presente una disfunción física.
Él (la paz sea con él) dijo: “Quien dice al ver a una persona portadora de una disfunción física: ‘Aihamdu lillahi allazi afani mimma ibtalaka bihi wa fadhalani ala kazirin mimman jalaka tafdhila.’ ‘Alabado sea Allah que me salvo de lo que te afecta y me prefirió sobre muchas de sus criaturas’ nunca será afectado por este mal.” Abu Daud y Tirmidi.
Su guía al escuchar el canto de los gallos y el rebuzno de los asnos.
Dijo “Cuando escuchen el rebuzno de los asnos, busquen refugio en Allah del diablo diciendo ‘Aodh Billah mena ashShitan arRayim’ ‘Busco refugio en Allah del maldito Satanás’; y cuando escuchéis los gallos, solicitad de Allah Su favor.” Al Bujari y Muslim.
Su guía al enojarse.
A quien se irrita, él ordenó realizar la ablución (wudu), sentarse si estaba de pie, reclinarse si estaba sentado, y decir: “Aodh Billah mena ashShitan arRayim.” “Busco refugio en Allah del maldito Satanás.”
La guía del Mensajero (la paz sea con él) al dormir, en su sueño y al despertar.
1. A veces, él dormía sobre una cama, y otras sobre una estera, y sobre el suelo. El catre y la cama sobre los que el Profeta dormía estaban hechos de cuero rellenados con fibra de hojas de dátiles.
2. Él dormía solo el tiempo que necesitaba.
3. Dormía al principio de la noche, se levantaba en la última parte, y estaba despierto para los intereses de los musulmanes.
4. Si él se levantaba por la noche, se reclinaba sobre su costado derecho; y si se levantaba muy temprano en la mañana, colocaba su cabeza sobre su mano.
5. Cuando él dormía, nadie le despertaba; cuando dormía sólo sus ojos dormían sin que su corazón durmiera.
6. Cuando él adoptaba la posición para dormir por la noche decía: “Bismika allahumma ahia wa amut” “¡Oh Allah, en Tu nombre muero y vivo!” Al Bujari. Juntaba sus palmas, soplaba en ellas y recitaba las tres últimas Suras del Corán (Suras de Al Ijlas – la Adoración Pura –, Al Falaq – el Rayar del Alba – y An Nas – de los Hombres –) y luego se frotaba todo el cuerpo tanto como le era posible, comenzando por su cabeza, luego su rostro y después sobre las demás partes del cuerpo. Realizaba esto tres veces. Al Bujari.
7. Él se acostaba sobre su costado derecho y ubicaba su mano derecha bajo su mejilla y suplicaba así: “Allahumma qinii adhaabaka iauma tabazu ibaadaka.” “¡Oh Allah! Protégeme de Tu castigo en el día que resucites a Tus siervos.” Abu Daud y Tirmidi. Y dijo a algunos de sus Compañeros: “Cuando regreses a tu lecho haz la ablución como si fueras a hacer la oración y después acuéstate sobre el costado derecho y di: ‘Allahumma aslamtu nafsi ilaika; wa wayyahtu wayhi ilaika; wa fawadtu amri ilaika; wa alyatu dhahri ilaika, ragbatan wa rahbatan ilaika; la malyaa wa la manya minka illa ilaika; amantu bi kitabik alladhi anzalta; wa bi nabyyika alladhi arsalta.’ ‘¡Oh Allah! A Ti me he entregado; en Ti me he complacido y hacia Ti he dirigido mi rostro; a Ti he confiado mis asuntos; en Ti y en todas las posiciones del dormir me he refugiado, deseoso y temeroso de Ti. Y no hay refugio ni salvación excepto en Ti. He creído en el Libro que Tú has revelado y en el último Profeta que Tú has enviado.’ Y que sea eso lo último que digas antes de dormir, si mueres esta noche, mueres en la fitra (el instinto innato).” Al Bujari y Muslim.
8. Si él se despertaba por la noche, decía: “Allahumma Rabba Yibraaiil, wa Mikaiil, wa Israafiil, faatira assamauaati ual arda, aalima al gaibi wa ashshah aadati, Anta tajkumu baina ibaadika fiimaa kaanuu fiihi ia Jtalifuuna. Ihdinii limaa ujtulifa fiihi min al jaqqi biidhnika ínnaka tahdii man tashaa.u ilaa Siraat in mustaqiim” “¡Oh Allah! Señor de Yibril (el Ángel Gabriel), de Mikail (el Ángel Miguel), Israfil (el Ángel Rafael). Originador de los cielos y de la tierra, conocedor de lo oculto y de lo manifiesto. Tú decides entre tus siervos sobre lo que solían tener diferencias. Guíame hacia la verdad con tu beneplácito. Ciertamente Tú guías a quien quieres por el sendero recto.” Muslim.
9. Cuando él se levantaba, decía: “Alhamdu lillahi Alladhi ahiaana baada maa amatana wa ilaihin nushuur.” “Alabado Sea Allah, Quien nos ha devuelto la vida después de habernos dado la muerte (el dormir), y hacia El será el retorno (la Resurrección).” Utilizaba su siwak (objeto extraído de las raíces de ciertos árboles, utilizado para limpiarse los dientes), y recitaba las Aleyas finales de la Sura Al Imran (la familia de Imran). Al Bujari y Muslim.
10. Él se despertaba cuando cantaba el gallo, luego, alababa a Allah, y suplicaba por Él.
11. Dijo: “El sueño bueno es de Allah y el malo es de Satanás. Entonces quien tenga un mal sueño que escupa, sin saliva, tres veces a su izquierda y se refugie en Allah contra Satanás. Verdaderamente, no le dañará, y que no se lo cuente a nadie; y si tuvo un buen sueño, que lo cuente a sus seres más queridos.” Al Bujari y Muslim. Ordenó a quien tenía un mal sueño cambiar el lado sobre el que dormía, levantarse y orar.
La guía del Mensajero (la paz sea con él) en la llamada a la religión (realizar Dawua).
1. Él llamaba a la gente a la religión durante el día y la noche; en público y en privado. Él permaneció en La Meca desde el inicio de su profecía, hasta tres años después, llamando hacia el camino de Allah en forma oculta. Cuando Allah le inspiró “Declara pues lo que se te ordena…” (Sura Al Hiyr: 94), comenzó a llamar a grandes y pequeños, libres y esclavos, hombres, mujeres y genios hacia el camino de Allah.
2. Cuando se intensificó el sufrimiento de sus Compañeros en La Meca, les ordenó emigrar a Abisinia.
3. Se dirigió hacia Al Taif, esperando que su gente le ayudara, y llamó a la gente al camino de Allah, pero no encontró ni partidarios, ni ayudantes, sino que lo dañaron con fuerza, y lo echaron hacia La Meca, donde estaba con Mutam Ibn Udai.
4. Continuó llamando hacia la religión de Allah en público durante diez años, seguía a los peregrinos a sus casas, e incluso preguntaba acerca de las tribus y sus hogares.
5. Él se encontró con un grupo de seis personas de la tribu de Al Jazrag, a quienes llamó al Islam. De hecho se convirtieron al Islam, y cuando volvieron a Medina, comenzaron a invitar a la gente al Islam, generando la propagación del Islam; de este modo el Islam pudo entrar en cada casa.
6. Después de un año, vinieron de ellos doce hombres. El Profeta convino en un juramento de lealtad con ellos (el primer compromiso de Al Aqaba); en el cual se establecía la obediencia hacia el Profeta, gastar sus dineros en el camino de Allah, ordenar lo reconocido e impedir lo malo, no temer la censura de la gente en la causa de Allah, y proteger al Profeta así como ellos protegían a sus esposas e hijos, entonces el Paraíso estaría reservado para ellos. Ellos volvieron a Medina y el Profeta mandó a Ibn Um Maktum y Musab Ibn Umayr con ellos para enseñarles el Corán y llamar al camino de Allah. Mucha gente se convirtió al Islam, entre ellos Ausayed Ibn Hudair y Saad Ibn Muaz.
7. Luego, él (la paz sea con él) permitió a los musulmanes emigrar a Medina. La gente comenzó a emigrar, y él y sus Compañeros los siguieron.
8. Estableció pactos de hermandad entre los inmigrantes y los ayudantes (Al Ansar), quienes fueron noventa hombres.
Su guía (la paz sea con él) en la paz, la reconciliación y el trato hacia los mensajeros.
1. Es cierto que él dijo: “Si uno de los musulmanes hace un trato con un no musulmán, todos los musulmanes deben respetar este trato, aunque este musulmán sea pobre o débil.” Al Bujari y Muslim. Y dijo: “Quien hace convenio con un alguna persona, no debe romper nada de él ni cambiar nada hasta que el periodo del pacto se termine, o se le informe que el convenio ha llegado a su fin.” Abu Daud y Tirmidi.
2. Y dijo: “Soy inocente de quien mata a un hombre seguro.” Ibn Maya.
3. Cuando los mensajeros de Musaylama llegaron al Profeta y hablaron con él, el Profeta dijo: “Si los mensajeros no pudieran ser matados, os mataría.” “Su manera (Sunna) fue que los apóstoles no podían se matados.” Abu Daud.
4. Si iba donde el Profeta un mensajero, el Profeta no lo encarcelaba cuando elegía su religión, y lo dejaba volver.
5. Si sus enemigos convenían con uno de sus Compañeros en un pacto que no perjudicaba a los musulmanes, lo cumplía.
6. Se reconcilió con Quraish y se estableció una amnistía de 10 años: quien se convertía al Islam y huía hacia donde el Profeta, el Profeta lo dejaría volver; y quien huía con los incrédulos, los incrédulos no lo devolverían. Allah cambió esto con respecto de las mujeres, y ordenó comprobar su situación; de manera que si verificaban que eran creyentes podían protegerlas y no obligarlas a volver con los incrédulos.
7. Ordenó a los musulmanes a dar algo similar a lo que gastaban en sus dotes a aquéllos cuyas esposas huían hacia los incrédulos.
8. El Profeta no impedía que los incrédulos recuperaran quien llegaba a él, ni forzaba a nadie a volver.
9. El Profeta se reconcilió con el pueblo de Jaybar con la condición de que ellos salieran de Jaybar, y tomaran sus equipajes; el Profeta tomó los camellos y las armas.
10. Se reconcilió con ellos con la condición de que pagaran a los musulmanes la mitad del producto de sus tierras cada año. El Profeta mandaba a alguien para que tomara la parte de los musulmanes.
Su guía (la paz sea con él) en llamar a los reyes al camino de Allah, y enviarles profetas y libros.
1. Cuando regresó de Hudaibia, envió mensajes a los reyes para llamarlos al Islam, y escribió al rey de los romanos, quien tuvo la intención de convertirse al Islam, pero no lo hizo.
2. Él envió un mensajero para llamar a Negashi al Islam, quien luego se convirtió al Islam.
3. Él envió a Abu Mousa Al Ashari y Muaz Bin Jabal a Yemen, donde la gente abrazó el Islam voluntariamente, sin combate.
Su guía (la paz sea con él) en el trato hacia los hipócritas.
1. El Profeta aceptaba los dichos de los hipócritas; aunque sabía sus secretos hablaba con ellos a través del argumento, se apartaba y era duro con ellos.
2. Prohibía matar a los hipócritas para unir sus corazones, y dijo que lo hacía “Para que la gente no diga que Muhammad mata a sus compañeros.” Al Bujari y Muslim.
La guía del Mensajero (la paz sea con él) en realizar la peregrinación mayor (Hayy) y la peregrinación menor (Umra).
Su guía en realizar la peregrinación menor (Umra).
1 Él realizó la peregrinación menor (Umra) cuatro veces, la primera de ellas fue la Umra de Hudaibia, cuando los incrédulos le impidieron llegar a La Casa Sagrada (Kaaba), luego él rasuró su cabeza y abandonó el estado de Ihram*.
*Condición de la persona que está en realizando el Hayy o la Umra: vestido con una túnica especial y bajo especial restricciones de comportamiento.
La segunda se llamó Umra Al Qadaa, porque la realizó al año siguiente.
La tercera fue la Umra que realizó junto al Hayy.
La cuarta fue la Umra de Gagranya.
2 Él no realizó la Umra estando fuera de La Meca, sino que todas fueron dentro de La Meca.
3 No realizó más de una Umra por año.
4 Todas sus Umras fueron en los meses de la Peregrinación.
5 Él dijo: “Una Umra en el mes de Ramadán, equivale a un Hayy.” Al Bujari y Muslim.
Su guía en realizar la peregrinación mayor (Hayy).
Cuando la peregrinación mayor (Hayy) se convirtió en un acto obligatorio, el Profeta la realizó sin retraso. Él realizó Hayy una vez solo, y lo realizó con Qirán (consiste en adoptar el estado de Ihram para la Peregrinación y la Umra juntos, o inicialmente sólo para la Peregrinación y luego se incluye la Umra en él).
Comenzó los ritos después de la oración de Az Zuhur y comenzó a decir Talbia: “Labbaik, allahumma labbaik, labbaik la sharika laka labbaik. Innal hamda uannmata laka ualmulka la sharika laka labbaik.” “Aquí estoy, Dios mío, aquí estoy, aquí estoy. No tienes asociados a Ti. Aquí estoy. Ciertamente la alabanza y la merced Te pertenecen. No Tienes asociados. Aquí estoy.” Muslim. Él elevaba su voz cuando decía el Talbia, y ordenó a sus Compañeros elevar sus voces.
Dio a sus Compañeros la opción de elegir entre las tres modalidades de Ihram, cuando se acercaron a La Meca, ordenó a quien no traía animales de sacrificio que la transformaran en Umra (bajo la modalidad Qirán).
Él realizó Hayy montando su camello, llevando sus alimentos y bienes. Cuando llegó a La Meca, ordenó a quien no tenía un animal de sacrificio que realizara Umra y abandonara el estado Ihram, y quienes tenían animales debieron permanecer en estado de Ihram. Llegó a un lugar que se llamó Zi Twua, en donde pasó la noche del domingo y realizó la oración Al Fayer; luego realizó la ablución mayor (gusl) y entró a La Meca por la mañana. Cuando entró a la mezquita del Haram, se dirigió a la Kaaba, y no rezó las dos rakas de saludo a la mezquita (Tahiiah Al Masyid). Cuando llegó a la piedra negra, la tocó con su mano, de forma tal que la Kaaba quedó a su izquierda. Asignó solo una súplica para el Tawaf (las vueltas alrededor de la Kaaba), que fue entre las dos esquinas (Ar Rukn Al Iamani y la piedra negra): “Rabbana atina fi ad dunia hasanatan ua fi al ajirati hasanatan ua qina azab annar” “¡Señor nuestro! Danos bienestar en esta vida y en la otra, y presérvanos del tormento del fuego.” No asignó una súplica especial para el Tawaf, sino ésta súplica.
Él apresuró el paso durante las primeras tres vueltas, y se descubrió el hombro derecho, pasando su vestido por debajo del brazo derecho y uniendo ambos extremos sobre el hombro izquierdo. Cuando llegó a la piedra negra en cada una de las vueltas, la tocaba con su palo, pronunciando el Takbir (“Allahu Akbar” “Allah es Grandioso”), y tocaba la esquina “Yemen” de la Kaaba sin besarla, ni besar su mano cuando la tocaba.
Cuando terminó el Tawaf (las vueltas), se dirigió detrás de Maqám Abraham (el sitial de Abraham), recitando la Aleya: “Tomad el sitial de Abraham como oratorio*” Sura Al Baqarah (de la Vaca): 125.
*Rezad detrás de la piedra sobre la cual se paró el profeta Abraham mientras construía la Kaaba.
Luego rezó dos rakas, Maqam Abraham estaba entre él y la Kaaba; después de la Sura Al Fatiha (que abre el Libro) recitó las dos Suras de la sinceridad, que son: la Sura Al Kafirun (de los Incrédulos) y la Sura Al Ijlas (de la Adoración Pura). Cuando terminó su oración, volvió hacia la piedra negra y la tocó.
Luego se dirigió a la colina de As Safa, y mientras se acercaba a ella recitó la Aleya: “Safa y Marwa son parte de los ritos de Allah.” Sura Al Baqarah (de la Vaca): 158.
Luego dijo: “Empiezo por donde empezó Allah.”, a continuación ascendió a la cima de la colina y allí dirigió su rostro hacia la Kaaba, pronunció el testimonio de fe (Shahada), luego el Takbir (“Allahu Akbar” “Allah es Grandioso”), y dijo: “La ilaha illa Allahu uashdahu la sharika lahu lahu al mulku ua lahu al hamdu ua hua ala kulli shaiin qadir. La ilaha illa Allahu uahdahu anyaza uadahu ua nasara abdahu ua hazama al ahzaba uahdah.” “No hay más dios que Allah, Único, sin asociados. A Él pertenecen el reino y las alabanzas, y Él es sobre toda cosa Poderoso. No hay más dios que Allah, Único. Ha cumplido Su promesa, le ha concedido la victoria a Su Siervo y Él solo ha derrotado a los aliados.” Abu Daud, Tirmidi, Al Nesayi, e Ibn Mayah. Luego suplicó a Allah, y lo repitió tres veces.
Luego descendió de As Safa y se dirigió hacia Al Marwa, caminando, hasta que llegó a la altura de la primera marca verde, y desde allí trotó hasta la segunda marca verde. Él comenzó su recorrido caminando, y lo completó montando su camello cuando había mucha gente. Cuando llegó a Al Marwa, ascendió a la cima de la colina y allí dirigió su rostro hacia la Kaaba, pronunció el testimonio de fe (Shahada), pronunció el Takbir, y repitió lo que había hecho sobre As Safa. Cuando terminó en Al Marwa, ordenó a quienes no habían llevado animales de sacrificio abandonar el estado de Ihram. Él no abandonó el estado de Ihram porque tenía un animal para el sacrificio, y dijo: “Si hubiese sabido antes lo que sé ahora, no hubiera traído animales de sacrificio, y la hubiera transformado en Umra.” Al Bujari y Muslim.
Él suplicó a Allah por los que se habían rasurado tres veces, y por los que se habían recortado el cabello una vez. Durante su estadía en La Meca hasta el octavo día del mes de Dhul Hiyyah (Yaum At Tarwiah) rezaba con un grupo de musulmanes acortando las oraciones.
En el día octavo del mes de Dhul Hiyyah (Yaum At Tarwiah) antes del mediodía, se dirigió con los peregrinos hacia Mina, y quien había abandonado el estado de Ihram, lo volvió a adoptar.
Cuando llegaron a Mina, rezó Az Zuhur, y Al Asr, y pasó la noche allí. Cuando amaneció el noveno día del mes, el día de Arafat, se dirigió desde Mina a Arafat, sus Compañeros pronunciaron el Takbir y la Talbia. Luego se detuvieron en la zona de Namirah, lugar adyacente a Arafat.
Al mediodía, cuando el sol había pasado su cenit, pidió que le prepararan su camello. Se dirigió a la tierra del Wadi Aranah, luego pronunció un sermón grande para la gente cuando estaba sobre su camello, en el cual habló sobre las reglas del Islam, las normas del politeísmo y la ignorancia, declaró las prohibiciones y los asuntos de la ignorancia, y recomendó a la gente que tratara a las mujeres de buena manera, y que cumpliera con el Libro de Dios.
Cuando terminó el sermón, ordenó a Bilal recitar la llamada a la oración (Adhan), y realizó la oración del Az Zuhur, acortándola a dos rakas, ya que era día viernes. Luego realizó la oración Al Asr, acortándola a dos rakas en grupo con la gente de La Meca. No ordenó a la gente que completara las oraciones ni que las acortara.
Cuando un grupo de gente dudó, en el día de Arafat, acerca de si el Mensajero de Allah estaba ayunando o no, Maymona le envió un cuenco de leche. Él bebió cuando se encontraba montado y parado sobre su camello; dirigió su rostro hacia la Kaaba, y comenzó a recitar las súplicas hasta la puesta del sol. Ordenó a la gente que saliera de Aranah y dijo: “Permanecí aquí, todo el espacio de Arafat es un lugar de permanencia.” Muslim.
Recitó la súplica, levantando sus manos, y dijo: “La mejor súplica es la que se hace en el día de Arafat, y lo mejor de lo que he dicho y dijeron los profetas antes de mi es ‘La ilaha illa Allah uashdahu la sharika lah, lahul mulku wa lahul hamdu ua hua ala kulli shaiin Qadir.’ ‘No hay otro dios sino Allah. No tiene asociados. De Él son la autoridad y la plegaria. El bien emana de Él y Tiene poder sobre todas las cosas.’” Tirmidi.
A la puesta del sol, hasta que la luminosidad del crepúsculo hubo casi desaparecido, salió de Arafat mientras que Usama ibn Zaid montaba detrás de él (sobre el miso camello). El Mensajero de Allah emprendió la marcha agarrando las riendas de su camello, de tal modo que su cabeza casi rozaba con la silla de montar, diciendo: “¡Oh gente! con tranquilidad, con serenidad, la virtud no consiste en aceleración.” Al Bujari.
Entró a Arafat desde un camino estrecho, caminando a velocidad media, y si había espacio, marchaba más rápido, diciendo el Talbia en su camino. Se bajó de su camello en el camino para orinar y realizar la ablución (wudu). Luego ordenó recitar la llamada a la oración; rezó Al Maghrib, luego rezó Al Isha, con Iqama (un rito de adoración a Allah que anuncia el inminente comienzo de la oración con palabras específicas) sin Adhan, sin rezar las oraciones no obligatorias entre ambas. Luego durmió hasta el alba sin rezar esa noche la oración nocturna.
Él recitó la llamada a la oración cuando se ponía la luna, para dirigirse a Mina antes del amanecer, y ordenó a la gente que no arrojara las piedras hasta que el sol brillara. Al alba, rezó Al Fayer con un solo Adhan y una sola Iqama, entonces montó sobre su camello hasta llegar al Mashar al Haram (monte de Musdalifa), y enseñó a la gente que Musdalifa es un lugar de permanencia, luego se orientó hacia la Kaaba para realizar la súplica, repetir la Talbia, atestiguar sobre la unicidad de Allah, y recordar a Allah.
Luego salió de Musdalifa antes del amanecer. En su camino ordenó a Ibn Abas que recogiera siete guijarros y dijo: “Lanzad con guijarros semejante a estos, y no exageréis en la religión.” Al Nesayi, e Ibn Mayah.
Cuando llegó a la zona de Muhasser aceleró el paso, y tomó un camino intermedio que conduce al Akaba (el Yamarat más grande). Al llegar a Mina después del amanecer, montando su camello, comenzó a arrojar los guijarros diciendo el Talbia, desde el fondo del valle, cuando La Casa Sagrada (Kaaba) estaba a su izquierda y Mina a su derecha, diciendo el Takbir (“Allahu Akbar”) cada vez que arrojaba un guijarro.
Luego, volvió a Mina y recitó un sermón en el cual habló sobre la santidad y las virtudes del día del sacrificio y la santidad de La Meca, y ordenó a la gente que obedeciera a quien juzga a través del Libro de Allah (el Corán), y les enseñó sus ritos.
Luego, se dirigió al lugar de los sacrificios y sacrificó con sus propias manos sesenta y tres camellos. Encargó a Ali que completara el resto (un total de 100), y que distribuyera la carne del sacrificio entre los pobres, sin dar al carnicero de su carne. Él enseñó a la gente que todo el espacio de Mina era válido para realizar el sacrificio. Cando terminó su sacrificio, se rasuró el cabello comenzando por la parte derecha de su cabeza; dio el cabello a Talha y dijo: “Divídelo entre las personas.” Al Bujari y Muslim. Suplicó a Allah por los que se han rasurado tres veces, y por los que se han recortado el cabello una vez. Aisha le perfumó antes de abandonar el estado de Ihram.
Luego, se dirigió hacia La Meca antes del mediodía, montando su camello. Realizó Tawaf Al Ifada, sin realizar Say, ni aceleró el paso en ninguna de sus vueltas. Luego se dirigió hacia la fuente de Zamzam y bebió estando de pie. Volvió a Mina donde pasó la noche. No se sabe ciertamente donde rezó el Profeta Al Zuhur ese día, Ibn Umar trasmitió que la rezó en Mina, pero Gaber y Aisha dijeron que la rezó en La Meca. Al día siguiente, esperó la puesta del sol, luego caminó hasta los monolitos, empezando con el monolito denominado Al Yamrah As Sugra (el monolito pequeño) que está tras la mezquita Al Jif, le lanzó siete guijarros, uno tras otro, pronunciando el Takbir con cada uno; luego se orientó hacia la Kaaba, elevando sus manos y recitó una larga súplica (igual al tiempo que le hubiera llevado recitar la Sura Al Baqarah – de la Vaca –).
Luego se dirigió a Al Yamrah Al Wusta (el monolito mediano) y le lanzó también siete guijarros. Luego se retiró brevemente hacia su izquierda, orientado hacia la Kaaba para invocar a Allah, elevando sus manos por un tiempo prolongado pero menor que la vez anterior. Luego, se dirigió a Yamrah Al Aqabah (el tercer monolito) y le lanzó siete guijarros, posicionándose de forma tal que la Kaaba quedó a su izquierda y Mina a su derecha. Cuando terminó de lanzar guijarros, se volvió. Lo más probable es que haya lanzado los guijarros antes de rezar Al Zuhur; permitió a Al Babas que pasara las noches de Mina en Meca.
Él no se apresuró en dos días, sino que se retrasó hasta que completó el lanzamiento durante los tres días (el día de Eid y los tres días siguientes con sus noches “Aiiam At Tashriq”).
Al mediodía se dirigió a la zona de Al Muhasab, donde rezó Az Zuhur, Al Asr, Al Maghrib y Al Isha; pasó parte de la noche en ese lugar. Luego se dirigió hacia La Meca y realizó el Tawaf de despedida (Tawaf Al Wada), y permitió a Safia que no realizara el Tawaf de despedida porque estaba menstruando. Permitió a Aisha que realizara Umra con su hermano Abdul Rahman, y cuando terminaron su Umra por la noche, el Profeta ordenó a sus Compañeros que volvieran.
La guía del Mensajero (que la paz sea con él) en el tratamiento de la aflicción, la preocupación, la tristeza y el dolor.
- Él decía en los momentos de aflicción:
“La ilaha illa Allahul adhimul alhalim, La ilaha illa Allahu Rabbul arshil adim, La ilaha illa Allah Rabbu samawati wa Rabbul ardi wa Rabbul arshil Karim.”
“No existe ninguna divinidad sino Allah, el Grandioso, el Tolerante. No existe ninguna divinidad sino Allah, el Señor del Trono Magnífico. No existe ninguna divinidad sino Allah, el Señor de los cielos y de la tierra y Señor del Trono, el Generoso.” Al Bujari y Muslim.
- Y Decía: “Ya Haiu ya Qaiuum bi Rahmatika Astaghiiz” “¡Oh Viviente, Oh Subsistente! en Tu misericordia busco asistencia.” Tirmidi.
Y dijo: La súplica del afligido es “Allahumma rahmataka aryuu falaa takilnii ilaa nafsii tarfata ainin wa aslih lii shanii kallahu, laa ilaaha illaa Anta.”
“¡Oh Allah!, anhelo Tu misericordia, no me abandones ni por un instante, y facilita mis asuntos, no hay dios sino Tú.” Abu Daud.
- Y dijo: “Si hay alguien que se encuentre afligido por la angustia y el dolor, y diga: ‘Allahumma innii abduka ibn abduka ibn amatika naasiatii biiadika, maa Din fíia hukmuka, adlun fía qadauka asaluka bikulli ísmin hua laka sammaita bihi nafsaka au anzhaltahu fii kitabika, au allamtahu ahadan min Jalqika au istazarta bihi fii ilmil gaibi indaka an tayalal quraana rabiia qalbii, wa nuura Sadrii wa yalaa huzhnii wa dhahaaba hammii.’
‘¡Oh Allah! soy Tu siervo, hijo de Tu siervo y Tu sierva, mi completo dominio está en Tus manos, Tus órdenes he tratado de llevarlas a cabo, Tu decreto sobre mi es justo, Te suplico por todos Tus nombres con los cuales Te has llamado a Ti mismo, o lo hayas revelado en Tu libro, o lo hayas enseñado a alguien de Tu creación, o lo hayas preservado en Tu conocimiento oculto, que conviertas al Corán en lo que revive mi corazón, la luz de mi pecho, que da final a mi tristeza y alivia mis preocupaciones’, Allah quitará esa angustia y dolor, y lo reemplazará con satisfacción.” Ahmad.
- Él enseñaba a sus Compañeros para decir ante el temor:
“Audzu bikalimat allhu al taammaati min gadabihi waiqaabihi, wa sherri ibaaadihi wa min hamazhaati sh sheiaatiini wa an yahduruuni.”
“Me refugio en las palabras perfectas de Allah, de Su enojo y Su castigo, de la maldad de Sus siervos, las sugestiones de los demonios, y de su presencia.” Abu Daud y Tirmidi.
- Dijo: “Si hay alguien que se encuentre afligido por una aflicción y diga: ‘Inna lil Allahi wa innaa ilaihi raayiuuna Allahumma ayurnii fii musiibatii wjluf lii Jairan minhaa.’
‘Ciertamente a Allah pertenecemos, y hacia Él será el retorno. ¡Oh Allah! recompénsame en esta aflicción, y reemplázala por algo mejor que ella’, luego Allah le recompensará, y reemplazará la aflicción por algo mejor que ella.” Muslim.
La manera de Muhammad (la paz sea con él) de realizar el wudu (ablución).
1. Él realizaba el wudu para cada oración; pero a veces realizaba varias oraciones con un único wudu.
2. Él a veces realizaba la ablución utilizando un celemín, a veces un tercio de un celemín, y a veces más de él.
3. Él economizaba mucho el uso del agua, y recomendaba a su nación a hacerlo.
4. Repetía el lavado una vez, dos veces, o tres veces; a veces lo repetía dos veces en algunos sectores y tres veces en otros, pero nunca lavaba un sector más de tres veces.
5. Él se enjuagaba la boca y lavaba la nariz una vez; pero a veces lo repetía dos o tres veces.
6. Para limpiarse la nariz, aspiraba agua usando su mano derecha y la expulsaba presionando la nariz con su mano izquierda.
7. Él nunca realizó el wudu sin enjuagarse la boca y aspirar agua a través la nariz y expulsarla posteriormente.
8. Él lavaba toda su cabeza, y a veces, comenzaba por la parte delantera, llevando las manos hacia atrás y volviéndolas de nuevo hacia delante.
9. Cuando limpiaba su cabeza desde su frente, seguía con sus manos hacia atrás pasando sus manos sobre el turbante.
10. Limpiaba sus orejas por dentro y por fuera inmediatamente después de pasar sus manos por la cabeza.
11. Lavaba sus pies, si no vestía ni sandalias ni calcetines.
12. Su wudu era secuenciado y organizado, y nunca tenía errores.
13. Comenzaba el wudu con “Bismillahi arRahman arRahim” “En el nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo”, y finalizaba con “Ashadu ana la ilaha ilallah washadu la shareiklah, washadu ana abda wa rasulu, Allahuma ayani ina altubain wayalani mina almutaherin” “Testifico que no existe dios excepto Allah, sin compañeros, y testifico que Muhammad es Su Mensajero; mi Dios, hazme de las personas que piden perdón y hazme de las personas que limpian su corazón” (Al Tirmidhi).
14. A veces terminaba con: “Subhana Allahum waihamduka, ashadu ana la ilaha illa anta, astaghfiruk watun ilek” “Las alabanzas a Dios, testifico que no existe dios excepto Tú (Allah), pido que me perdones”.
15. Ni él y ni sus Compañeros pronunciaban la intención (“Intento higienizarme de las impurezas”) al comienzo de la ablución.
16. No lavaba más allá de sus codos y tobillos.
17. Él no secaba las partes del cuerpo lavadas durante la ablución.
18. Él pasaba sus dedos a través de la barba, pero no lo hacía regularmente.
19. A veces pasaba agua entre los dedos de pies y manos.
20. A veces él vertía el agua para su propio wudu, y a veces otra persona lo ayudaba.
La manera del Profeta (la paz sea con él) de limpiar sus medias de cuero (juf).
para realizar el wudu
1. Podía realizar el wudu pasando las manos húmedas sobre las medias de cuero (sin necesidad de retirarlas). Determinó que esto podía ser realizado por la persona que no estaba viajando durante el período de un día y una noche; la persona que esté viajando puede realizarlo por el plazo de tres días y tres noches.
2. Pasaba sus manos húmedas sobre la parte delantera de juf, sobre los calcetines, y sobre el turbante (cuando iba hacia atrás desde su frente).
3. Si él usaba medias, pasaba las manos húmedas sobre ellas; y si no las vestía, lavaba sus pies.
La manera del Profeta (la paz sea con él) de realizar el tayammum*.
(* ablución realizada cuando no tenemos posibilidad de encontrar agua para realizar el wudu).
tayammum
1. Él realizaba el tayammum con la tierra sobre la que rezaba, fuera tierra o arena. Dijo: “Dondequiera que una persona de mi comunidad (Islam) quiera realizar la oración, él tendrá una mezquita y algo con que purificarse”.
2. Él no tomaba tierra para llevar durante los viajes largos (para realizar el tayammum), ni ordenó realizarlo.
3. No es cierto que él realizaba el tayammum para cada oración, ni ordenó hacerlo, sino que lo hacía como la ablución.
4. Él realizaba el tayammum golpeando la tierra con la palma de las manos una vez. A continuación pasaba las manos por el rostro, y se frotaba las manos.
La manera del Mensajero (la paz sea con él) de realizar la oración del eclipse.
. Cuando ocurrió un eclipse solar, el Mensajero salió hacia la mezquita apresurado, y realizó dos rakas (unidades de la oración): en la primera recitó una Sura larga en voz alta después de Al Fatiha. Luego realizó el ruku (reverencia) y se mantuvo en esa posición por mucho tiempo; luego se incorporó, y permaneció de pie también por un largo tiempo, pero menos que la vez anterior. Cuando se incorporó del ruku (reverencia), dijo: “Sami Allahu liman hamidah, rabbana wa lakal hamd” que significa: “Allah escucha a quien Le alaba. ¡Señor nuestro! Tuya es la alabanza”.
Luego, comenzó la recitación, y a continuación hizo el ruku (reverencia) nuevamente y permaneció en esa posición también por largo tiempo, pero menos que la vez anterior. Luego, hizo dos suyud (postraciones) largos. Posteriormente se levantó y realizó la segunda raka (unidades de la oración) de la misma manera que la primera. De esta manera, había en cada raka (unidades de la oración) dos ruku (reverencias) y dos suyud (postraciones). Luego, pronunció un sermón.
2. Ordenó a la gente hacer lo siguiente durante el eclipse: recordar a Allah, realizar la oración, recitar la súplica, pedir perdón, y dar limosnas.
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