¡Oh creyentes! No os pongáis a vosotros mismos antes que Allah y Su Mensajero, y temed a Allah. Ciertamente Allah es el que todo lo oye, el que todo lo sabe. (Al-Hujurat 49:1)
sábado, 19 de junio de 2010
ALLAH
LOS NOMBRES MÁS BELLOS
Muchos Nombres y Atributos de Dios han sido mencionados en el Corán:
“Él es Allah -no hay más dios que Él-, el Conocedor de lo oculto y de lo manifiesto. Él es el Misericordioso, el Misericordiosísimo. Es Allah -no hay más dios que Él-, el Soberano, el Santo, la Paz, el Que otorga Seguridad, el Custodio, el Poderoso, el Imponente, el Grandioso. ¡Glorificado sea Dios por encima de lo que Le asocian! Él es Dios, el Creador, el Hacedor, el Formador. Posee los Nombres más bellos. Lo que está en los cielos y en la tierra Le glorifica. Es el Poderoso, el Sabio”. (59: 22-24)
Los principales Nombres y Atributos de Dios han sido mencionados en este versículo. Los grados más altos de todas las virtudes y de todas las excelencias pertenecen a Dios. Por ejemplo, la facultad y la capacidad para hacer cosas es una buena cualidad. Dios es el más capaz y el más eficiente y puede hacer cualquier cosa. Dice el Corán:
“Seguramente Dios puede hacer todas las cosas” (29:20)
El conocimiento es una virtud. Dios tiene el grado más elevado del conocimiento.
“Dios es Conocedor de todas las cosas” (9:15).
“Él es el Conocedor de lo oculto y de lo manifiesto.” (13:9)
La inteligencia es otra virtud. Dice el Corán:
“Dios es Omnisciente, Sabio.” (60:10)
La bondad para con otros es una buena cualidad. Dios es el Compasivo, el Misericordiosísimo, como se repite al comienzo de cada sura o capítulo del Corán.
“Él es el Más Misericordioso de aquellos que exhiben misericordia”. (12:64)
Por lo tanto uno es libre de llamarlo por uno de estos, los Más Bellos Nombres:
“Llama a Dios o Ar-Rahmán (el Misericordioso). Es lo mismo de cualquier manera que lo llames. Suyos son los Nombres Más Bellos.” (17:10)
“Dios posee los Nombres más bellos. Invócale por medio de ellos y mantente alejado de aquellos que los profanen. Rápidamente se les pedirá cuenta por lo que hacen.” (7:180).
DIOS ES INDEPENDIENTE
Como Dios posee el grado más alto de todo tipo de virtud y perfección, naturalmente está libre de todo error, defecto y deficiencia. Varios versículos coránicos, exaltando a Dios, enfatizan este aspecto de Su Majestad.
El Corán declara que Dios está libre de todo tipo de deficiencia y necesidad. Considera esta libertad como un principio importante del conocimiento de Dios por medio del cual pueden ser detectados una serie de desviaciones doctrinales a ideológicas que han surgido a su respecto.
El hombre debe recordar que, debido a que Dios no necesita de ninguna cosa, no le hace falta nuestra fe, adoración y obediencia. Si Él quiere que seamos fieles y obedientes, es para nuestro propio beneficio, no para el Suyo. Aunque todo el mundo se vuelva ateo no lo perjudica en lo más mínimo a Él.
No estando sujeto a ninguna necesidad, Dios está libre de las limitaciones de tiempo y espacio. Él está por sobre ellas. Un ser que ocupa un espacio es porque naturalmente lo necesita para existir, y quien está confinado al tiempo puede existir solamente bajo ciertas condiciones en un momento particular. Un ser sin limite temporal puede existir siempre y no depende de condiciones especiales respecto al tiempo.
DIOS ES OMNISAPIENTE
El Creador del mundo conoce todas las cosas. En cuanto a lo que nos ocupa, hay dos tipos de cosas en el universo, a saber, conocidas y ocultas o perceptibles e imperceptibles. Sin embargo, Dios conoce ambas. Como principio, no hay nada desconocido para Él. Nada se esconde de Él.
“Él es el Conocedor de lo oculto y de lo manifiesto. Él es el más Grande, el Más Elevado.” (13:9)
“Nada en la tierra o en los cielos se oculta de Dios.” (3:5)
Él es consciente del más mínimo detalle. Él conoce todo lo que hacemos.
“Sin duda Dios conoce todo lo que hacéis.” (16:91)
DIOS ES PODEROSO
El Controla todas las cosas y puede hacer cualquier cosa.
“Seguramente Dios puede hacer (tiene poder sobre) todas las cosas.” (2:20)
Él es tan Poderoso y Dominante que cualquier cosa que quiera que pase a existir o que sea hecha, dice simplemente “¡Sea!” inmediatamente “es”. Dice el Corán:
“Su orden, cuando quiere algo, se reduce a decirle: ‘¡Sé!’ y es.” (36:82)
Normalmente todos los seres facultados con inteligencia y poder pueden lograr todo o al menos parte de lo que intentan. Al menos procuran cumplimentar sus deseos. Cuando tenemos un plan para lograr un objetivo decimos que “estamos determinados a cumplir tal o cual tarea”. Por lo tanto, la determinación se forma de una voluntad fuerte e intencionada que es efectiva en el logro del deseo.
Aparte de las innumerables cosas que existen en el mundo, los animales, o al menos los animales avanzados, están más o menos dotados con esta cualidad, de modo que cuando siente un impulso intentan cumplimentar inteligentemente lo que quieren. Además de los animales conocidos, el hombre tiene la fuerza de voluntad más desarrollada. A esto se debe que el conocimiento tenga un rol más creativo en su vida que en la vida de otros animales. De todos modos, el hombre aparentemente no ejerce su voluntad mientras realiza muchos actos. Su sistema circulatorio, respiratorio, digestivo y sus glándulas grandes y pequeñas que producen los elementos químicos necesarios para el cuerpo, trabajan todos sin la ayuda de su voluntad. No cabe duda alguna de que todos esos sistemas están conectados con el sistema nervioso y la moderna fisiología ha sido capaz de descubrir para cada uno de ellos un centro de órdenes en alguna parte del cerebro. No obstante, no se puede denominar intencional y deliberado a todo acto que tenga alguna conexión con el cerebro.
Se ha informado que algunas personas consecuentes en ciertos ejercicios que luego de una larga práctica de los mismos han sido capaces de controlar su circulación sanguínea. Incluso siendo esto cierto, en el mejor de los casos puede ser descrito como algo excepcional.
De todos modos, el campo de actividad de la voluntad del hombre es, después de todo, limitado. Por ejemplo, hasta ahora su voluntad no ha sido capaz de influenciar el sistema rotatorio de los cuerpos celestes. También vemos que todos los seres humanos tienen rasgos heredados, en cuya selección su conciencia y voluntad no juega ningún papel.
Por lo tanto, la influencia del deseo y la voluntad humana es limitado. A esto se debe que a menudo el hombre intenta hacer una cosa pero no lo logra, o que ciertos factores más allá de su control eviten el cumplimiento de muchos deseos. Pero Dios que es Todo Conocimiento y Todopoderoso consigue todo lo que Él quiere.
“Seguramente, tu Señor hace siempre lo que quiere.” (11:107)
“Dijo: ‘Sólo Dios hará que se cumpla, si Él quiere, y no podréis escapar “(11:33)
Su Voluntad gobierna todo el mundo, cosa que no pueden hacer otros.
“Dios juzga con equidad. En cambio, los otros que ellos invocan en lugar de invocarle a El no pueden juzgar nada...” (40:20)
Todo lo demás sea lo que sea, o sea quien sea, se mueve dentro de una estructura limitada ordenada por Dios, Quien ha destinado todas las cosas.
“Dios ha establecido una medida para cada cosa” (65:3 y otros)
Esta es la ley universal que también se aplica al hombre. Como tal, su poder es limitado, pero no obstante puede elegir su manera de vida dentro de la estructura dispuesta para él. Dios quiere que el ser humano use su discreción y determine su futuro por sí mismo, ya sea bueno o malo. De todos modos, incluso dentro de esta estructura, el hombre, o cualquier otro ente, no debe considerarse que está en posesión del poder absoluto. Si Dios quiere, puede hacer sus esfuerzos infructuosos. Hay muchos casos en los que Él frustró los esfuerzos de algunos grupos o individuos consentidos o vanidosos frente a todas las expectativas que tenían, como manera de recordarles a ellos y a otros que incluso dentro de su propia esfera de poder nunca debieran olvidar el poder divino que controla todas las cosas.
El Corán menciona distintos ejemplos de tal situación. La sura al-Qalam (El cálamo, 68) ilustra este punto:
“Por cierto que les probaremos como probamos a los amos del huerto cuando decidieron cosechar sus frutos al amanecer, sin pagar el zakat (la caridad a los pobres). Pero mientras dormían cayó sobre él (el huerto) un azote enviado por tu Señor y amaneció como si hubiera sido arrasado. Y por la mañana se llamaron mutuamente: ‘¡Vamos temprano a nuestro campo, si queremos cosechar los frutos’! Y se pusieron en camino cuchicheando: ‘Que no entre hoy a nuestro huerto ningún menesteroso (a pedir caridad)’! Marcharon pues temprano, convencidos de que podían llevar a cabo su propósito. Cuando lo vieron (al huerto), dijeron: ‘¡Seguro que nos hemos extraviado! ¡No, nos han despojado!: El más moderado de ellos dijo: ‘¿No os lo había dicho? ¿Por qué no glorificáis a Dios?’ Dijeron: ‘¡Glorificado sea nuestro Señor! ¡Hemos obrado impíamente!’ Y comenzaron a reprocharse mutuamente. Dijeron: ‘¡Hay de nosotros que hemos sido rebeldes! Quizá nos dé nuestro Señor, a cambio, algo mejor que éste (huerto). Deseamos ardientemente a nuestro Señor!” (68:17-32)
DIOS ES BONDADOSO Y DISPENSADOR
Dios es Bondadoso y Dispensador con toda Su creación. Él ha derramado mercedes ilimitadas sobre todo. Nos ha provisto a todos con amplias oportunidades para el transcurso de nuestras vidas. Él es Perdonador. Si un pecador se arrepiente y quiere adoptar el camino de la virtud, no se le cierra la puerta, probado que lo hace sinceramente.
A lo largo del mundo hay innumerables signos de la gracia de Dios. Al igual que todas las demás cosas, el hombre también goza de las bendiciones divinas, pero con una importante diferencia. La ha sido bendecido con el favor especial de ser el Amo de su destino. Está facultado con el poder de distinguir entre lo correcto y lo erróneo, entre lo bueno y lo malo, y es capaz de elegir concientemente entre ello. Puede ejercer este poder solamente si admite que algunas de sus acciones son deseables y premiables y otras conducen al dolor y al castigo.
La ansiedad por no perder el premio por los actos deseables y escapar al castigo de lo indeseable es una bendición divina en sí misma, porque impele al hombre a ser virtuoso y correcto. El Corán advierte repetidamente respecto a la cólera de Dios.
DIOS ES JUSTO
Dios no comete injusticias con nadie. También quiere que nosotros seamos justos en nuestra conducta. El ha creado todas las cosas de acuerdo a un plan. El mundo en su conjunto es homogéneo. Ha dispuesto recompensas y retribuciones en el otro mundo de acuerdo a un sistema de acción-reacción bien planeado. Todos cosecharán allá lo que han sembrado aquí. Allá, la personalidad del individuo será un reflejo de su actuación aquí. Cualquier desasosiego o confort que reciba en el Más Allá será el resultado exacto de sus propias obras y no se cometerá injusticia con nadie. El eterno futuro de cada uno depende de sus propios esfuerzos para superarse él y mejorar su entorno. Esta es la esencia de la información que el Corán, el Libro Divino, nos da acerca de Dios. Esta información está basada en la Revelación pero también se la puede obtener reflexionando sobre Sus signos, Sus Nombres y Atributos. Ello no solamente satisface hasta donde es posible a quienes buscan el conocimiento, sino que también ayuda a resolver el problema mayor, que es darle una dirección a nuestra vida.
Una persona inspirada por tal conocimiento de Dios, realista y constructivo, lleva una vida llena de entusiasmo, esperanza y esfuerzo. Adhiere a sus propios puntos de vista y a su manera de vida, pero coopera con otros y respeta sus ideas. Una persona ligada a Dios no se opone a otros ni se esfuerza por someter a los demás a sus propios deseos. Ella misma es pura y desea que los demás sean puros. Persigue la verdad dondequiera la encuentra. Está siempre al lado de la verdad y en combate contra la mentira y la falsedad.
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