¡Oh creyentes! No os pongáis a vosotros mismos antes que Allah y Su Mensajero, y temed a Allah. Ciertamente Allah es el que todo lo oye, el que todo lo sabe. (Al-Hujurat 49:1)
domingo, 11 de julio de 2010
La Pérdida de Un Día de Ayuno en Ramadán, no puedes Ser Compensada con Toda Una Vida de Ayuno Voluntario
Abú Hurairah (radialláhu 'anhu) narra que Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo: "Quien coma intencionalmente durante un día cualquiera de Ramadán, sin una excusa válida o por enfermedad (aceptada por la shari'ah), no lo podrá recuperar aunque ayune por el resto de su vida".
Comentario
La opinión de algunos sabios es que si alguien no cumple con algún día de su ayuno de Ramadán sin que haya una excusa válida, esta persona nunca podrá compensar esta pérdida (cumplir la obligación qadá). Aún si ayuna por el resto de su vida, esta persona no podrá compensar el día que perdió. 'Al¡ (radialláhu `anhu) y otros tenían la misma opinión. Sin embargo, la gran mayoría de los sabios sostiene que si alguien no ayuna por un día de Ramadán, entonces deberá ayunar un día para compensarlo. Por otra parte, cuando alguien ha comenzado a ayunar en Ramadán y rompe su ayuno un día sin ninguna excusa válida, deberá, de acuerdo con la shari'ah, ayunar durante dos meses seguidos sin interrupción. En cualquier caso, las verdaderas virtudes y bendiciones de Ramadán nunca podrán ser igualadas. Este es el significado del hadith, si se ha perdido un día de ayuno en Ramadán (sin una excusa válida), nunca podrán recobrarse las bendiciones de él.
Esto es para quienes hacen el ayuno gadá. ¿Cuán desafortunados y perdidos son aquellos que niegan el ayuno y no lo practican en lo más mínimo? El ayuno es uno de los pilares fundamentales del Islám. Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) ha nombrado cinco principios del Islám. El primero y más importante es la Fe en la Unicidad de Alláh Ta'álá y que Muhammad (sallalláhu 'aleihi wa sallam) es Su Mensajero y luego la Oración, el Ayuno, el Zakáh y la Peregrinación (Hayy).
Cuántos musulmanes podemos encontrar que ni siquiera practican uno de estos pilares. En los censos y estadísticas ellos son contabilizados como musulmanes, pero frente a los ojos de Alláh Ta'álá no son considerados como tales. Ibn 'Abbás (radialláhu 'anhuma) relata en un hadith que: "El Islám está basado en tres principios shahádah, saláh y saum (ayuno). Cualquiera que no cumple con alguno de ellos es un incrédulo y se le puede aplicar la pena capital."
Respecto a la última parte de este hadith, los 'ulamá (sabios) han dicho que sólo se transforman en incrédulos cuando, junto con no practicarlos, le niegan su importancia o el que sean pilares del Islám. No importa la interpretación que se le dé, pues Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) se refirió a esta gente con la mayor firmeza. Por ello, quienes fallen en cumplir con las obligaciones de nuestra religión deberían temer la ira de Alláh. Nadie escapará de la muerte, los placeres y comodidades de esta vida son por un período muy breve.
Sólo obedeciendo las órdenes de Alláh Subhánahu wa Ta'álá, podremos salvarnos. Hay muchos ignorantes que no ayunan nada. ¿Cuál será la posición de aquellos que no sólo rechazan el ayuno, sino que, además se mofan y burlan de la llegada del mes de Ramadán? Esto es peligroso, pues lleva a acercarse al kufr. Se les puede oír que dicen: "El ayuno es para quienes no tienen comida en sus casas, no para mí" ó "¿Qué gana Alláh Ta'álá con hacernos sufrir de hambre?". Tales palabras no deberían siquiera ser pronunciadas, se debe recordar que, mofarse o bromear acerca de cualquiera de los asuntos de nuestro Din, es kufr (deslealtad).
Una persona podría no hacer un solo saláh en su vida o fallar en cumplir cualquiera de las obligaciones de nuestro Din, sin embargo, mientras no niegue su obligatoriedad y su importancia, ésta no será considerada como un kufr, aunque será castigada por incumplimiento. Pero, mofarse y burlarse de cualquiera de los aspectos de nuestra religión, es kufr, e invalida todas las buenas acciones. Dado lo delicado de este asunto, no debiera pronunciarse ninguno de estos dichos irresponsables acerca del ayuno.
Pienso que diez ahádith son suficientes para este primer capítulo. Uno es suficiente para los que son obedientes y, en el caso de los que son desobedientes, no importa cuántos se escriban nunca será bastante. ¡Quiera Alláh concedernos a todos los musulmanes el taufiq (habilidad) de cumplir con los ‘amál! (acciones virtuosas). Ámin
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