viernes, 9 de julio de 2010

LA ORACIÓN EN EL ISLAM


Editado por: Centro Islámico en España

Digitalizado por: Al Muslim





LA ORACIÓN EN EL ISLAM



NOTA INTRODUCTORIA

La cultura humana no conoce barreras, y el pensamiento libre siempre queda abierto, recibe, concibe, medita y juzga.

Es mucho mejor para el hombre aprender y hacer crecer en él la cualidad de distinción entre lo bueno y lo malo, que quedarse siempre preso de su ignorancia.

Las relaciones humanas contemporáneas están dirigiéndose más hacia el entendimiento libre que hacia la introversión e inactividad.

Quizás sea la comunicación de los pueblos una de las cosas m importantes que hace disminuir la tensión y reduce las posibilidades de enfrentamiento entre si, discutiendo su pensamiento, sus creencias y sus tradiciones, logrando así, las mejores soluciones para un mundo equilibrado, iluminado por el amor, la justicia y la concordia.

España es uno de los países que adopta la paz como principio, se dirige hacia ella y la guarda celosamente; por eso, no es extraño que abra sus puertas a quien quiera andar por este camino, dejando últimamente la libertad de prensa y expresión libre de obstáculos.

Antes de esto ha sido de los países que han declarado la libertad religiosa, después del Concilio Vaticano I por que considera que es un derecho fundamental del hombre que construya su vida con libre albedrío según la ciencia que él prefiera.

Creemos que es un paso necesario en este camino, que cada parte conozca a la otra de la mejor y más sincera manera.

Y para ser fieles y transmitir una imagen clara de la tradición islámica, hemos traducido una serie de libros importantes que enfocan el punto de vista islámico de una manera correcta.

Pero es obvio que todo autor tiene unos puntos de vista analíticos respecto a unos temas que forman parte de la existencia, vivencia y el saber de este autor. Por ello hemos intentado traducir todo esto, según los requerimientos de la fidelidad científica, respetando al estimado lector su opinión y juicio, sin intervención por nuestra parte.

Esperamos finalmente que, con este esfuerzo, hayamos ofrecido un valioso servicio al castellano parlante, ya que creemos sinceramente que el pueblo español bien merece saber las diferentes facetas de la cultura. El pensamiento islámico tendrá su turno en un futuro próspero y relaciones fructíferas, basado en el respeto y cooperación entre España y los países del mundo islámico.

El Centro Islámico en España, tiene el placer de añadir este nuevo libro sobre la Oración a su colección, por la necesidad que tienen los musulmanes de habla hispana en conocer este pilar básico del Islam.

Que duda cabe que, sin el esfuerzo del hermano Sabbagh, esta colección, difícilmente, podría haber salido a la luz. Rogamos a Dios que le acoja en su seno, y que le conceda la paz eterna.



INTRODUCCIÓN

Alabado sea Dios que nos ha hecho musulmanes y nos ha otorgado esta religión, haciendo de la oración un alivio para sus siervos creyentes, confirmándola en su Sagrado Libro y por medio de su elegido mensajero -que la paz de Dios sea con él-, con sus compañeros y con todos sus seguidores, en el sendero recto hasta el Día final.

Nos es grato ofrecer a los musulmanes castellano parlantes, principalmente, este librito en su tercera edición, corregida y ampliada que explica someramente la oración musulmana, su posición ene! Islam y la forma de cumplirla perfectamente, con ilustraciones explicativas para ayudar a los orantes a ejecutarla de una manera perfecta y correcta, rogando a Dios -alabado y altísimo sea- que nos depare en todo esto la mejor recompensa y sus bendiciones. Dios es el que otorga el éxito.

Nezar A El Sabbagh

- Queremos llamar la atención de los estimados lectores de que los textos, tanto del Sagrado Corán, como de los dichos del profeta Muhammad -la paz sean con él- son traducciones del idioma árabe al castellano, que son significaciones de los mismos, por ser imposible hacer una traducción literal de estos textos sagrados.



LA ORACIÓN

La oración en el Islam es un mandato divino que Dios prescribió a los musulmanes, cinco veces al día. Por esto es un pilar básico en el Islam, ya que eleva al espíritu, lo purifica de los pecados y preserva de la infamia y de las malas acciones.

El orante debe sentir gran satisfacción cuando cuida el cumplimiento de su oración.

El Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él, ordena a Bilal (1) que llame para la oración diciéndole:

(1) Compañero y almuecín del profeta, que era esclavo de Umayáh Ibn Jalaf, por el cual era torturado por haberse convertido al Islam, y fue comprado y puesto en libertad por Abu Bakr Assiddiq.

“Haz que descansemos por ella, ¡oh Bilal!”. Esto indica su importancia y grandeza en educar a la persona y vincularla con su Creador, haciéndole sentir su santa presencia.

Cuando el musulmán se dispone a la oración, siente que está ante Dios, señor de los mundo, ante el Todopoderoso que dirige y gobierna al universo, y siente igualmente que Dios observa su plegaria y sumisión, quedando así confiado de la complacencia y aceptación de Dios.

La oración es un vínculo entre el ser y su creador, y cuando más cerca está el hombre de su Señor es en su prosternación... Y no es extraño que alguno de nosotros perciba una sensación interior y un temblor que domina los sentidos mientras está en esta sublime situación ante Dios

-alabado y altísimo sea-... Luego, todo esto se traduce, después de acabar la oración, en una conducta ideal y en un puro y limpio comportamiento que hace transformar todas las inclinaciones maliciosas que Satanás intenta fomentar en el hombre, para desviarle en inclinaciones magnánimas y bondadosas que defienden el bien en la persona y en la sociedad.

El verdadero orante es el que encontramos durante toda su vida en la cumbre de la perfección; ante su Dios es creyente, obediente y timorato; ante su prójimo es sien- cero, veraz y leal; hace el bien sin esperar recompensa de la gente, pues sus relaciones están basadas en la misericordia, la dispensión y la indulgencia.

Dios, alabado y altísimo sea, ha declarado el verdadero carácter de la clase de gente que engaña con sus oraciones, al no observar y no cumplir sus requisitos, dijo:

«iGuay de los que rezan, que son negligentes en sus oraciones, que las hacen por ostentación y niegan lo necesario!» (Sura 107; 4, 5, 6, 7).

La posición de la oración en el Islam es muy elevada, por ser uno de los pilares en que se basa el Islam.

Se ha comentado que el Profeta -la paz sea con él-, ha dicho: “El Islam se levanta sobre cinco pilares: profesar de que no hay más divinidad excepto Dios, y Muhammad es el Mensajero de Dios; observar la oración; pagar el azaque; ayunar en el Ramadán; y peregrinar a la Casa Sagrada, si se tienen medios para ello”.

Por ser una prescripción concretada firmemente dice Dios:

“Ciertamente la oración es una obligación prescrita a los creyentes para cumplirla en su debido tiempo”. (Sura 4; 103).

Porque purifica al espíritu de la persona creyente y le preserva de la malicia y las malas acciones. Dice Dios:

“...La oración preserva de la obscenidad y de lo ilícito; pero alabar a Dios es lo más sublime de ella, Dios sabe lo que hacéis”. (Sura 29, 45).

Porque hace perdonar los pecados (la recompensa de su cumplimiento es perdonar los pecados) y limpia el alma del orante de todo lo que le haya perturbado de las impurezas mundanales y sus pasiones. Dice el profeta Muhammad -la paz sea con él-: “Contestadme si un río pasa cerca de la casa de uno de vosotros, en el cual se lava cinco veces diariamente, ¿queda algo de su suciedad? Los compañeros del Profeta Contestaron: “No, no queda nada”. Entonces el profeta dijo: «Así es el ejemplo de las cinco oraciones. Dios borra por ellas los pecados”.

Finalmente, porque la oración ha sido el limite entre el Islam y la incredulidad. Dice el profeta:

“El limite entre la fe y la incredulidad es abandonar la oración”.

Pues sino hubiera tenido tal posición y tal grandeza, no hubiera tenido esa importancia y no hubiera insistido en ella el Profeta -la paz sea con él-.

La oración no radica en unos movimientos únicamente, sino que estos movimientos tienen significados, porque incluye la reverencia, sumisión y paz, y recitar versículos del Libro de Dios, así como súplicas y alabanzas hacia ti creador, basadas en las enseñanzas del Mensajero de Dios -la paz sea con él-.

Podemos encontrar actualmente gentes que rezan sin beneficiarse de sus oraciones, pues estas oraciones no influyen en sus conductas, pues sus obras son contradictorias con el Islam. La causa de esto radica en que las oraciones que hacen son meros movimientos insignificantes y que no tienen objeto. Ellos piensan que están cumpliendo (a oración prescrita por Dios, mediante estos movimientos y estas recitaciones.

Ciertamente, la oración no será tomada en consideración, sin el cumplimiento de los siguientes puntos:

1° La pura intención al cumplirla.

2° La completa sumisión a Dios en sus movimientos.

3° La recitación del Corán con meditación y consagración.

4° La súplica a Dios a alabarle durante la misma.

Pues todos los versículos que vienen en el Sagrado Corán, en los cuales se citan las palabras: “cumplir la oración”, esto quiere decir “el buen cumplimiento”, haciendo presente el significado completo que incluye la buena voluntad en dirigirse y consagrarse, y la veracidad de la veneración y sumisión, sintiendo la grandeza divina ante la cual se pone el musulmán.



LOS TEXTOS QUE ALUDEN AL QUE ABANDONA LAS ORACIONES

Hay muchos versículos y dichos del Profeta que citan la sentencia de los que no observan oraciones, entre los cuales mencionamos las siguientes:

1° Dice Dios -alabado sea-:

“jGuay de los que rezan, que son negligentes en sus oraciones, que las hacen por ostentación, y niegan lo necesario!”. (Negar lo necesario significa negar cualquier forma de auxilio a los demás. Sura 107: versículos 4, 5, 6, 7).

2° Toda alma será rehén de sus acciones:

Salvo los bienaventurados que estarán en el Paraíso: preguntarán a propósito de los pecadores: ¿Qué fue lo que os introdujo en el infierno? Les dirán: No nos contábamos entre los orantes; ni alimentábamos al menesteroso, en cambio, nos uníamos a quienes hablaban vanamente con falacias y calumnias además, negábamos el Día del Juicio. Hasta que nos llegó la hora infalible; de nada les valdrá, pues, la intercesión de los intercesores. (Sura, 74; versículos 38-48).

3° Relató Yabir -que Dios le conceda su beneplácito- que habla oído al Profeta decir: “El limite que separa al hombre creyente de la incredulidad o idolatría, es el abandono de la oración”. (Transmitido por Muslim)

4° Relaté Ibn Abbas que el Profeta dijo: “Los lazos del musulmán con las bases de la religión son tres, en las cuales se apoya; si deja uno de ellos, será considerado incrédulo y su sangre no se preservará:

— Atestiguar que no hay divinidad excepto Dios.

— La oración prescrita.

— El ayuno del Ramadán”.

5° Según Baridah, el Profeta dijo: “El pacto entre vosotros y ellos, es la oración, y quien la abandona será incrédulo” (2). (Transmitido por Ahmad).

(2) Negando el hecho de ser un mandato y prescripción de Dios.

6° El profeta de Dios -la paz sea con él-, dijo también:

“Quien la observa (la oración) le servirá de luz, de prueba, y de salvación en el día del Juicio Final. Y quien no la observa no tendrá luz, prueba ni salvación y estará el día del juicio final con Qarun, Faraón y Ubai Ibn Jalaf(*)”. (Esto según el Imam Ahmad y Attbarani).

(*) o sea, en el infierno.



LAS CONDICIONES DE LA ORACIÓN

a) Purificación: es necesario que el cuerpo y las ropas del orante sean limpias, asimismo el lugar donde quiere orar.

Sin embargo, la pureza de corazón es indispensable; de esta manera podemos decir que la purificación engloba:

1° La pureza de corazón de la incredulidad, de las dudas, de la hipocresía.

2° La limpieza del cuerpo de los dos hechos, menor (3) y mayor (4).

(3) El hecho menor es el que requiere la ablución, por el hecho de defecar, orinar, salida de gases u otra cosa, etc.

(4) El hecho mayor es el que requiere la ducha por el hecho del acto sexual o efusión seminal dentro o Fuera del sueño. Por la regla en el caso de la mujer.

b) Intención: la intención es un pilar fundamental, para que la oración sea completa. El orante debe tenerla antes de emprender la oración y su lugar es el corazón.



OTRAS CONDICIONES PARA QUE LA ORACIÓN SEA CORRECTA

1° Cubrir AL-AWRAH: En el caso del hombre, es desde el ombligo hasta la rodilla, y en el caso de la mujer todo el cuerpo, salvo la cara y las manos.

2° El comienzo del tiempo de la oración: Las oraciones prescritas no se pueden hacer antes del comienzo de su horario prescrito.

3° Dirigirse hacia Al-Quiblah:

El orante debe dirigirse hacia la Casa Sagrada en Meca, y de este modo, se unifica la mcta para todos los musulmanes del mundo, en cualquier lugar para todas las oraciones, acostumbrándoles a la obediencia para con Dios en todo acto de sus vidas.



REQUISITOS PARA LA ORACIÓN

Estos requisitos son indispensables para el cumplimiento de la oración, de tal forma si se omite alguno de ellos, seria necesaria la repetición de la misma.

Estos requisitos son:

1) Ni’iah (intención): Ya explicamos anteriormente como la intención es una condición para la validez de la oración, pero otros eruditos (ulama) dicen que es una obligación, y el Mensajero - la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo: “Las acciones depende de las intenciones”.

2) Takbir aI-Ihram: pronunciar Allahu Akbar al empezar a rezar, es el inicio de la oración. Después de levantar las manos ala altura de las orejas y con los pulgares señalando los lóbulos de las orejas diciendo:

Allahu Akbar (Dios es el Supremo).

Se ha confirmado que el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- hizo esto y dijo: “rezad como me habéis visto rezar”.

3) Qiam (estar de pie): Es estar de pie para la recitación del «surat al-fatihah» en las oraciones obligatorias, excepto si tiene excusa que se lo impida. El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo a ‘Umar Jbn Husain -que Dios esté complacido con él-: «reza de pie, y sino puedes reza sentado, y si no puedes reza acostado». (Transmitido por Bujari)

Esto incluye también el levantarse después del ruku y el levantarse del primer rakah para hacer el segundo y así sucesivamente.

El estar de pie, debe ser completo, es decir, que el cuerpo esté derecho, porque esto es obligatorio.

4) Recitar la apertura del Corán: Su recitación en todos los rak’at es obligatoria porque el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo en un relato de ‘Ubada Ibn Samit -que Dios esté complacido con él-: “No ha cumplido con la oración, quien no haya recitado la apertura del Libro”. (Relatado por Bujan y Muslim)

5) “Ruku” (Inclinación) y “Suyud” (postración):

Están entre las obligaciones de la oración pues Dios -el Altísimo- dijo:

“iOh creyentes! ¡Inclinaos y postraos y adorada Dios y haced el bien para que prosperéis!” (Sura 22, versículo 77)

Y el “suyud” se lleva a cabo haciendo contacto con el suelo: la frente, la nariz, las palmas de las manos, las rodillas y los dedos de los pies dirigidos hacia delante.

6) Posición final sentada: En ella se debe recitar “Attachaud”(*) “Attahiyat”(*).

(*) Attachaud Testimonio de fe. (*) Attahiyat: Saludo de paz.

7) El saludo de paz: Y con esto termina la oración, el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo: ((La llave de la oración es la purificación (refiriéndose al wudu) y la entrada a la oración, es proclamar Allahu Akbar, Allahu Akbar (Dios es Supremo), y su salida es anunciar, «Assalamu ‘alaikum» (paz con todos vosotros).

La mayoría de los eruditos (ulama) opina que lo obligatorio sólo es el primer salam -saludo- hacia la derecha y que el segundo, hacia la izquierda, es sólo sunna.(*)

(*) es la tradición constatada del Mensajero de Dios, y su cumplimiento no es preceptivo, pero es muy deseable.



SUNNA DE LA ORACIÓN

La omisión de la sunna de la oración no invalida la oración, pero disminuye su recompensa, pues el Mensajero de Dios -la paz y bendiciones de Dios sean con él- siempre las hizo y nunca dejó su oración sin ellas. Son:

1) Levantar las manos: Levantar las manos al hacer el “takbir al-ihram” y mencionar Allahu Akbar justo antes de levantar las manos. También se levantan las manos antes y después del ruku, y cuando uno se levanta para hacer la tercera rakah.

2) Poner las manos sobre el pecho, por encima del ombligo y la derecha sobre la izquierda.

3) Recitar la súplica de la apertura, que se hace después del “takbir al-Ihram” y antes de recitar la apertura del Corán.

A continuación tenemos una de las súplicas que pronunciaba el Mensajero (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): Alabado sea su nombre, alabada sea su grandeza, no hay divinidades excepto Dios».

(Relatado por Muslim)

También hay otras súplicas además de la men donada.

4) Buscar refugio en Dios diciendo: «Busco refugio en Dios del lapidado Satanás». Y esto sólo en el primer raka’ah después de la súplica de la apertura.

5) Recitar algo del Corán después de la recitación del Fatihab, pues el Mensajero -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- recitaba algo del Corán en la oración, después del Fatihah. En los dos rak’at del “Subh” y en los dos primeros rakat de “Duhr”, de “‘Assr”, de “Maghrib”, de “Isha” y en la oración del “Yum’a”.

6) La primera posición sentada después del segundo rak’ah en las oraciones de tres a cuatro rak’at.

En esta posición se recita “at-tahiyat”.

7) En la posición sentada final recitar el “salawat-al Ibrahimi’ah” (ver esto en el apartado sobre el Afta hiyat).

8) La posición sentada de reposo, que es muy breve y se hace después de la segunda “saydah” del primer o del tercer rak’ah y antes de levantarse para hacer el segundo o cuarto rak’ah.

9) Decir “Amin” (que así sea), después de la recitación de surat Al-Fatihah, individual o colectivamente

-aunque hagamos de Imán- y significa el ruego a Dios para aceptar nuestras súplicas y peticiones.



LO QUE ANULA LA ORACIÓN

Hay cosas que anulan la oración y por tanto hay que repetirla, como:

1) Hablar intencionadamente: Si el orante habla intencionadamente su oración no es válida, porque la oración requiere, reverencia, reflexión y atención a la recitación del Corán.

2) Moverse mucho intencionadamente: Si el orante mueve su mano, o su pie, o su cuerpo mucho, esto invalida su oración; y la estimación de lo que es moverse mucho o poco depende de lo que la costumbre general considere como tal Y como la oración es obediencia y adoración a Dios tiene que tener tranquilidad y solemnidad y el musulmán ha de considerar esto en su oración.

3) Comer y beber intencionadamente: El comer y el beber en la oración está prohibido y el hacerlo anula la oración. Tragar un resto de comida que quedó entre los dientes no tiene importancia.

4) Dejar una de las obligaciones o de las condiciones de la oración: Si el orante deja una obligación o condición de la oración, sin causa, esto anula la validez de la oración. (Como por ejemplo el rezar sin limpieza o no dirigirse hacia quiblah, o rezar sin intención, etc.).

5) Reír: Si el orante ríe en su oración, ésta es nula, pero si la sonrisa es leve no invalida la oración, aunque sí disminuye su recompensa.



MAKRUHAT (COSAS INDESEABLES EN LA ORACIÓN)

Hay cosas que son indeseables para el orante y disminuye la recompensa de la oración. No hay ningún relato de que el Mensajero -la paz y bendiciones de Dios sean con él- hiciera alguna de estas cosas, que son:

1) Cerrar los ojos.

2) Levantar la vista.

3) Jugar con el vestido o con el cuerpo.

4) Rezar con necesidad de orinar o de defecar.

5) Mirar a algo que te distraiga de la oración.

6) Rezar vencido por el sueño.

7) Rezar cuando la comida va a ser servida.

8) Ligarse a un sitio fijo para rezar, excepto el Imán.

LA FORMA DE DUCHARSE (AL-GHISL):

Tener presente la intención para realizar este acto, luego dejar correr el agua limpia sobre todo el cuerpo incluyendo la cabeza y el cabello, y es preferible que vaya frotando el cuerpo con las manos, para quitar todas las suciedades. El orden a seguir:

1. Lavar las manos.

2. Lavar la zona de los genitales.

3. Realizar la ablución normal.

4. Dejar correr el agua por todo el cuerpo, empezando siempre por el lado derecho.



LA ABLUCIÓN (AL-WUDÚ)

Es indispensable para el que quiera orar, porque es una prescripción, sin la cual la oración no se tiene en consideración. Ahora bien, en caso de no haber agua, o no poder conseguirla, o no poder utilizarla, se permite en este caso la oración, llevando a cabo la ablución simbólica (sin agua), o sea, (ATTAYAMUM).

Viene en el Sagrado Corán, respecto a la ablución:

“creyentes! Cuando os dispongáis a observarla oración, lavad la cara y las manos hasta los codos, frotaos la cabeza y lavaos los pies hasta los tobillos”. (Sura 5, versículo 6)

De esta forma, queda claro, que no se puede considerar un musulmán creyente a quien infringe intencionadamente este precepto.



LA FORMA DE HACER LA ABLUCIÓN:

1. Preparar el agua limpia.

2. Tener presente la intención.

3. Lavar tres veces las manos hasta las muñecas, inclusive, procurando limpiar entre los dedos.

4. Enjuagarse la boca y nariz, tres veces.

5. Lavar tres veces la cara desde donde nace el cabello, hasta debajo del mentón incluyendo las orejas.

6. Lavar los brazos hasta los codos, inclusive, tres veces, empezando por el brazo derecho.

7. Pasar la mano mojada por la cabeza, desde la frente hasta el cogote. (También se permite pasar la mano por una parte del cabello nada más).

8. Lavar los pies hasta los tobillos inclusive, tres veces, empezando por el pie derecho.

Es aconsejable, al acabar, pronunciar lo siguiente:

“Doy fe que no hay más divinidades excepto Dios, y que Muhammad es su Mensajero ¡Dios mío! hazme de los arrepentidos y de los puros”.



LO QUE ANULA A L- WUDÚ: (ABLUCIÓN)

La ablución queda anulada por varias causas que son las siguientes:

10 La salida de cualquier cosa por las salidas naturales:

a) Orinar.

b) Defecar.

c) Salida de gases.

d) Líquido seminal.

e) Al-Madí y Al-Wadí (líquidos que salen del hombre o de la mujer, después de la excitación sexual o después de orinar).

2° El sueño: quedarse dormido, sumido en un sueño profundo.

3° Perder el conocimiento:

- En caso de inconsciencia.

- Por efecto de una droga o embriaguez. Pérdida de la razón.

4° Tocar los genitales intencionadamente, directamente. Dice el apóstol de Dios -la paz sea con él-: “Quien toca sus genitales, no debe hacer la oración, hasta realizar la ablución”.

Asimismo en el caso del médico que por su profesión se haya visto obligado a tocar estas zonas de los enfermos, directamente, sin utilizar guantes. Al-Ahnaf (5) dice que tocarse los genitales no requiere la ablución.



SITUACIONES QUE NO ANULAN LA ABLUCIÓN:

1. La salida de la sangre, sea en poca o en gran cantidad fuera de las salidas naturales, ya que los primeros musulmanes rezaban con sus heridas sangrantes, y Omar Ibn Al-Jattáb, rezó con su herida manando sangre.

2. El vómito: sea en poca o en gran cantidad.

3. Tocar a la mujer, porque el Enviado de Dios -la paz sea con él-, aunque besara a su mujer, salía después de rezar, sin hacer la ablución. (Según el relato de Aishah.).

Esto no quiere decir que tocar a una mujer extraña sea lícito. Este punto se explicará más adelante.

4. Dudar si se ha hecho algo que haya anulado la ablución, en caso de que la duda no llegue a la certeza y estando seguro de que haya hecho la ablución antes.

(5) Una escuela de la jurisprudencia islámica.

5. La risa y las carcajadas durante la oración: Esto no anula la ablución pero anula la oración, teniendo que volver a hacerla.



CASOS FUERA DE LA ORACIÓN EN LOS CUALES ES PREFERIBLE HACER LA ABLUCIÓN:

1. Para recitar el Corán o entrar en la Mezquita para adorar.

2. Antes de irse a dormir, dijo el Profeta: -la paz sea con él-: ((Si vienes a acosarte, haz la ablución, acuéstate sobre el lado derecho de tu cuerpo y luego di: ¡Dios mío!, a Ti me entrego, a Ti me dirijo, a Ti te doy el poder de mis cosas, y en Ti me apoyo, con deseo y temor, y nadie puede refugiar ni escapar si no es en Ti. ¡Dios mío! Creo en tu Libro, el cual has revelado y en tu profeta que has enviado.

Si mueres en esa noche, estás en el buen camino. Que esto sea lo último que digas en el día». (Transmitido por el Imán Ahmad y Al-Bujan.).

3. Renovar la ablución para cada oración prescrita: porque el Profeta -la paz sea con él-, lo hacía así.



PASAR LA MANO MOJADA POR LOS PIES CON LOS CALCETINES PUESTOS:

Esto es lícito, bajo la condición de que los calcetines se hayan puesto estando la persona con la ablución hecha; esto en lugar de lavar los pies, basta con pasar la mano sobre el dorso de los pies. Los calcetines tienen que estar sin agujeros, aunque permitiendo que sea pequeño el agujero.

La validez de esto será en un día y una noche para el residente, y tres días con sus noches respectivas para el viajero. Teniendo en cuenta que si se quitan los calcetines durante este tiempo, en los dos casos, hay que hacer la ablución de nuevo, lavando los pies; asimismo hay que hacerlo al acabar el tiempo prefijado para cada caso.



PASAR LA MANO SOBRE (AL-JUF) (6):

(6) Un tipo de calzado de cualquier material que cubre los pies hasta los tobillos, inclusive. Por ejemplo: botas, etc.

Esto es lícito estando de viaje o no, bajo las mismas normas y condiciones que en el caso anterior, siendo necesario siempre tener presente la intención, cuando se ponen, tanto los calcetines como Al-Juf, con este fin.

ATTAYAMUM: Viene en el Sagrado Corán (Sura 5, versículo 6): “... Pero si estáis enfermos o de viaje, o si venís del lugar excusado (7), o habéis tenido contacto (sexual) con vuestras mujeres y no encontráis agua, recurrid a una tierra limpia, pasad las manos por ella y pasadlas después por la cara y manos, Dios no desea imponeros carga alguna...”

(7) Después de hacer sus necesidades.

En caso de que no haya agua o esté escasa, necesitándose para beber, el Islam manifiesta al musulmán, como sustitución de la ablución o ducha, que es suficiente buscar tierra limpia y seca y que ponga sus manos sobre ella firme mente, sacudiéndolas para que no quede ningún grano de arena para no arañar sus manos ni cara y después pasarla por su cara y manos.

Este hecho simbólico es un mandato de Dios para que le obedezcamos. Es necesario tener presente la intención al hacer esto. De esta forma el hombre queda vinculado siempre a Dios, mediante la oración, esté donde esté, y bajo cualquier circunstancia o situación.



PASAR LA MANO SOBRE LAS VENDAS:

Se puede hacer esto en vez de lavar el órgano herido o enfermo, lavando el resto del cuerpo, en caso de ducha, o el resto del cuerpo en caso de ablución.



EL MECANISMO DE LA ABLUCIÓN:

El que quiera hacer la ablución debe tener presente la intención y luego decir:

“BISMI L’LAHI rRAHMANI rRAHIM”

(En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso.)

Luego sigue según las ilustraciones y explicaciones siguientes:







1º Lavar tres veces las manos hasta las muñecas inclusive, comenzando con la derecha y luego la izquierda, limpiando entre los dedos, quitando los posibles impedimentos que obstaculicen la llegada del agua hasta la piel.





2° Tomar un poco de agua con la mano derecha para enjuagar la boca y la nariz, haciendo esto tres veces y utilizando la mano izquierda para sonarse las narices, siendo aconsejable usar el cepillo o el dedo para limpiar los dientes.







3° Lavar la cara tres veces, desde el nacimiento del cabello, hasta debajo del mentón, limpiando también las orejas -aunque hay otras Escuelas que incluyen las orejas con la cabeza (ver el 6° apartado)- y haciendo escurrir el agua por la barba, en caso de tenerla.





4° Lavar desde la muñeca derecha hasta el codo inclusive, tres veces, frotando con la mano izquierda.



5º Lavar desde la muñeca izquierda, tres veces, hasta el codo, inclusive, frotando con la derecha.





6° Pasar la mano mojada por todo el cabello desde la frente hasta el cogote, aunque se puede hacer en una parte del cabello solamente, y según unas Escuelas, las orejas entran dentro de este acto.





7º Lavar el pie derecho tres veces hasta los tobillos, limpiando entre los dedos de los pies, y los talones.







8º Lavar el pie izquierdo, tres veces, hasta los tobillos, haciendo lo mismo que en el caso anterior.



EL ADHAN (LA LLAMADA A LA ORACIÓN)

El «adhan» es un llamamiento expresado con palabras determinadas, por los cuales, el musulmán sabe que el tiempo de la oración ha entrado.

Es una tradición confirmada del Profeta, legislada en el primer año de la emigración (8).

El «Adhan» abarca la esencia del dogma islámico, el testimonio de fe, la confirmación de la unicidad de Dios -el altísimo- y la constatación del mensaje del Profeta.

Es un llamamiento a la adoración y obediencia a Dios Eterno.

(8) Emigración del Mensajero de Dios, Muhammad -la paz y bendiciones de Dios sean con él- de Meca a Medina que ocurrió en septiembre del año 622 (dJ.). Y el primer mes del calendario musulmán, alMuharram, empieza a contar a partir de este acontecimiento. Y la causa de la emigración fueron las persecuciones de los incrédulos a los musulmanes que incluso sufrieron varias muertes en sus filas, pero prosiguieron con paciencia, hasta que Dios les permitió emigrar a Medina donde el Mensajero de Dios -la paz y bendiciones de Dios sean con él- estableció el primer estado musulmán.

Su forma es:

«ALLAHU AKBAR», «ALLAHU AKBAR» (dos veces)

(Dios es Supremo, Dios es Supremo)

ASH’HADU ALLA ILAHA ILLA’LLAH (dos veces)

(Doy fe que no hay más divinidad excepto Dios)

ASH’HADU ANNA MUHAMMAD RASU’ULLAH (dos veces)

(Doy fe que Muhammad es el Mensajero de Dios)

HAll ‘ALA-SSALAT (dos veces)

(Venid a la oración)

HAll ‘ALAL-FALAH (dos veces)

(Venid a la felicidad, al éxito)

ALLAHU AKBAR, ALLAHU AKBAR

(Dios es Supremo, Dios es Supremo)

LA ILAHA ILLA’LLAH

(No hay divinidad excepto Dios)



Y en el «Adhan» de Fayr se añade: «Assalatu Jairum mina Nnaum» (dos veces).

(La oración es mejor que el sueño), después de Haii’ alal-falah y esto sólo para la oración de «Subh» (alba).

El «Adhan» tiene una gran bendición porque contiene significados profundos, manifiestos en las frases que lo componen, establecen la base de la Unidad de Dios (Tawhid) en el Islam, además de que el que hace el «Adhan» gana una gran recompensa, pues transmitió Al-Buzaz Ibn ‘Azib -que Dios esté complacido con él- que el Mensajero - la paz y bendiciones de Dios sean con él- dijo:
«Dios y sus ángeles piden bendiciones por los que están en la primera fila de la oración; y por quien hace el «Adhan», todo lo que oye su voz pide perdón por él, y quienquiera que lo oiga confirma lo que oye, ya sea húmedo o seco; y (el almuédano) lleva igual recompensa que quienes rezan con él».

(Relatado por el iman Ahmad y An-Nisa’i).

Y el Mensajero de Dios -la paz y bendiciones de Dios sean con él- también dijo:

«Los que hacen el «Adhan» tendrán los cuellos más largos entre la gente en el Día del Juicio». (o sea que los que hacen el «Adhan», tendrán prioridad en la recompensa en el Día del Juicio. (Transmitido por Muslim y Ahmad).

El musulmán que oye el «Adhan» debe apresurarse a ir a la Mezquita y sentarse en el lugar que encuentre libre y si llega antes del «Adhan» coger un sitio en la primera fila para tener una gran recompensa, pues transmitió Abu Hurairah -que Dios esté complacido con él- que el Mensajero -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«Si la gente supiera la gran recompensa que hay en el «Adhan» y en la primera fila echarían suerte por ellos, y si supieran la recompensa que hay en venir más temprano rivalizarían por ello. Y si hubieran sabido de la recompensa que hay en las oraciones de «Subh» y de «Isah», vendrían a ellas incluso a gatas».

(Transmitido por Bujan).

Quien oye el «Adhan» debe repetir lo que dice el almuédano después de cada frase excepto después de decir «venid a la oración» y «venid a la felicidad» que debe decir: «La Hawla wa la quata ¡ha billah»

(No hay poder ni fuerza sino de Dios)

Y después de terminar el «Adhan» es deseable hacer súplica (du’a) a Dios, porque el Mensajero -la paz y bendiciones de Dios sean con él- dijo: «No se rechaza la súplica (du’a) entre el «Adhan» y el «Iqamah». (Transmitido por Abu Daud y An-Nisai).



ADHAN AL IQAMAH

Es una sunna confirmada y debe hacerse antes de comenzar la oración obligatoria y su forma es como sigue:



«ALLAHU AKBAR», (dos veces)

(Dios es Supremo)

ASH ‘HADU ALLA ILAHA ILLA’LLAH (una vez)

(Doy fe que no hay otra divinidad excepto Dios)

ASH’HADU ANNA MUHAMMAD RASUL’UL-LAH (una vez)

Doy fe que Muhammad es el Mensajero de Dios)

HAII ALA SALAT (una vez)

(Venid a la oración)

HAll ALA FALAH (una vez)

(Venid a 1a felicidad, al exito)

QAD QAMATIS-SALAT (dos veces)

(La oación está anunciada)

ALLAHU AKBAR ALLAHU AKBAR (una vez)

(Dios es Supremo, Dios es Supremo)

LA ILAHA ILLA’LLAH» (una vez).

(No hay otra divinidad excepto Dios)



Quien oye el «Adhan al-lqamat» debe repetir las mismas palabras que dice quien lo está haciendo, excepto cuando dice «Qad qamatis-salat» que debe decir: «aqamaha’llahu wa adamaha» (Dios lo estableció y la hizo perdurar). Es mejor que quien haya hecho el «Adhan» para el salah, que haga el «iqamah». Se debe dejar un espacio entre el «Adhan» y el «lqamah», en el que la gente puede prepararse para asistir al salah. No está permitido salir de la Mezquita después del «Adhan» sin excusa.

Quien se haya quedado dormidó durante el tiempo del salah o lo haya olvidado, debe hacerlo inmediatamente después de despertarse o de recordarlo y debe hacer para esta oración «Adhan» e «Iqamah».

Y todo esto pertenece a los hombres. Pues las mujeres no tienen que hacer ni «Adhan» ni «iqamah» (9).

(9) Hay un relato que dice que Aisah -que Dios esté complacido con ella- hizo el «Adhan» y el «Iqamah» y se puso como un Imán para las mujeres en el medio de la fila.



LA FORMA DE EMPEZAR LA ORACIÓN

Después de cumplir las condiciones citadas anteriormente y coincidir con el tiempo prescrito para la oración, la persona se dirige hacia (AL-QIBLAH) que está en Meca. Teniendo presente la intención y consagrándose corporal y espiritualmente a Dios. Haciendo igual que las ilustraciones y explicaciones que siguen:



A) PRIMERA RAKA’AH:



1º Levantar las manos hasta el nivel de los hombros o de los lóbulos de las orejas, diciendo: «AL’LAHU AKBAR» que significa «Dios es Supremo». Esta frase se llama: «TAKBBlRATU AL-IHRAM», que quiere decir «Anuncio de la consagración para la oración». De esta manera se considera que la persona ha entrado en la oración.



2° Bajar las manos, y ponerlas en el pecho, la derecha sobre la izquierda y recitar la súplica de la apertura:

«Subhanaka al’lahumma wa bihamdika, wa tabaraka ismuka, wa ta’Ia yadduka, wa la Ilaha ghairuka» («Alabado y loado sea Dios. Alabado sea su nombre, alabada sea su grandeza, no ha divinidad excepto Dios»).



«SUBHANA RABBIYA AL-A’LA»

(«Alabado sea mi altísimo Señor»)

Luego, refugiarse en Dios, diciendo:

«A’uzu biflahi miii ashahani arrayin»

«En Dios me refugio, de Satanás lapidado». Luego decir:

(BISMI L’LLAHI rRAHMANI rRAHIM) ((En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso».

Recitando enseguida la sura de la apertura que es:

(ALHAMDU LIL’AHI RABBI AL’ALAMIN

ARRAHMANI rRAHIM

MALIKI IAUMI dDIN

IIAKA NA’BUDU, WAI-IAKA NASTA’IN

IHDINA SIRATA LMUSTAQUIM

SIRATA L’LAZINA AN’AMTA ALIHIM.

GHAIRI’LMAGHDUBI ALAIHIM, WALA dhDHAL’LIN)...Amin.



(Alabado sea Dios, creador del Universo.

El Clemente, el Misericordioso.

¡Soberano del Día del Juicio!

¡A Ti adoramos y de Ti imploramos ayuda!

Guíanos por el sendero recto. El sendero de quienes agraciaste, no el de los que incurrieron en Tu ira, ni el de los extraviados. Amén).


Después de recitar la sura de la apertura, recita algo de lo que sabe del Corán, según su tiempo y

su deseo.

Esto en su oración individual, mientras que en su oración colectiva dirigida por un Imán, recita la súplica de la apertura, luego escucha la recitación del Imán durante la oración en voz alta.

O ejecute lo que vino anteriormente sólo, si la oración es silenciosa, como el caso de la oración del mediodía y la tarde.



3° Después de decir todo esto, diga: (AL’LAHU AKBAR), inclínese poniendo las manos sobe las rodillas igual que la figura y luego diga tres veces (SUBHANA RaBBiya AL’ADIM) «Alabado sea mi gran Señor».

Observe la rectitud de la espalda.



4° Póngase recto y mientras lo hace diga: SAMI’A AL’LAHU LIMAN HAMIDAH

“Dios escucha a los que le alaban”

Seguidamente, cuando esté completamente recto, diga: RABBANA WALAKA AL-HAMD

Dios merece todas las alabanzas.



5º Arrodíllese y ponga la frente y el dorso de la nariz en el suelo y las manos paralelas en el suelo igualmente a cada lado de la cabeza. Esto es lo que se llama la prosternación, en la cual las puntas de los pies se ponen en el suelo, también, de forma perpendicular, conforme viene en la figura, y diga tres veces:

«SUBHANA RABBIYA AL-A’LA»

(«Alabado sea mi altísimo Señor»)




6° Levante la cabeza, diciendo:

«AL’LAHU AKBAR»

y quede sentado en el suelo con la pierna izquierda doblada hacia atrás y el pie derecho perpendicular al suelo, conforme viene en la foto.




7° Repita de nuevo la prosternación igual que antes, diciendo al ejecutar el movimiento:

«AL’LAHU AKBAR»

Y cuando la frente esté en el suelo, diga otra vez:

«SUBHANA RABBIYA AL-A’LA»

Repitiendo estas palabras tres veces.



8° Levantarse del suelo y mientras se pone de pie, vaya diciendo:

«AL’LAHU AKBAR»

Con esto se acaba la primera Raka’ah.



B) LA SEGUNDA RAKA’AH:

Estando de pie tal como viene en la figura N° 8, recite la sura de la apertura, añadiendo después lo que quiera del Corán. Inclínese otra vez según la figura n.° 3; y finalmente efectúe dos prosternaciones, como viene en las figuras 5, 6, 7 repitiendo y diciendo todo lo que vino en ellas. Así se acaba la segunda Raka’ah; pero al levantar la cabeza de la segunda prosternación de esta segunda Raka’ah, no se ponga de pie, como lo hizo en la figura n.° 8, sino quédese sentado en el suelo, poniendo las manos en los muslos y el pie derecho perpendicular al suelo, tal conforme viene en la siguiente figura:



9° Estando sentado de esta manera recite:

«ATTAHIYAT» (Los saludos») con «ASSALAWAT AL IBRAHIMIYAH» («Las súplicas por Abraham»).

ATTAHIYAT:
Attahiyatu li’lahi wassalawatu attaiybatu, assalamu alaika ai’uha annabíu warahmatul’ahí

wabarakatuh, assalamu alaina wa’ala ibadil’lahi assalihin, ash’hadu al’la ilahail’la l’lahu, wa

ash’hadu anna muhammadan abduhu warasuluh.

(Saludos para Dios y las mejores alabanzas, la paz y la gracia de Dios estén contigo ¡Oh profeta! La paz sea con nosotros y con todos los siervos buenos de Dios. Doy fe que no hay más divinidad excepto Dios y que Muhammad es el siervo y Mensajero de Dios).

Al empezar este testimonio se levanta el índice de la mano derecha, y luego se dice «Al’lahumma sal’li ala Muhammadin wa a la ali Muhammad kama sal’laytta a la Ibrahima wa ala ali Ibrahim, wabarik ala Muhammadin wa ala ali Muhammad kama barakta ala Ibrahima wa ala ali Ibrahlm fial’alamina innaka haniidun mayid». (Assalatu al-Ibrahimiyah).

(Dios mío!, agracia a Muhammad y a su familia, igual que agraciaste a Abraham y a su familia, y bendice a Muhammad y a su familia como bendeciste a Abraham ya su familia. Tú eres loable y glorioso en el Universo»).



10º Mientras esté sentado recitando «ATTAHIYAT, debe levantar el índice de la mano derecha cuando llegue a la frase de: «Doy fe que no hay divinidad excepto Dios...», etc.

Debe también mirar siempre hacia abajo, con humildad y recogimiento.



11º Finalmente, después de acabar lo anteriormente citado, dirija la cabeza una vez hacia la derecha y luego hacia la izquierda, diciendo en cada caso: «Assalamu alaikum warahmatul’lah wabarakatuh» (La paz, la clemencia y las bendiciones de Dios sean con vosotros).

Así acaba de rezar dos Raka’aht.





LAS ORACIONES Y NUMERO DE RAKA’AHT



1º ORACION DE LA MADRUGADA «ASSUBH»:

Su tiempo, desde el alba hasta un poco antes de que salga el sol; cuando éste empieza a salir, no se puede rezar hasta que se levanta el sol claramente. Quien se despierta después de la salida del sol, debe rezar enseguida; esto vino en un relato del Profeta: «El que queda dormido, y pierde el horario prefijado de la oración, u olvida efectuarla, que rece al acordarse de ella, pues se considera como si la hubiese hecho a su tiempo».

Número de RAKA’AHT; son dos solamente.

La recitación durante la misma, será (voz alta, diciendo la súplica de la apertura en silencio, mientras que la Sura de la apertura y los versículos que quiere recitar después de la misma debe hacerlos en voz que se pueda escuchar bien, esto respecto al Corán, mientras que las otras súplicas y alabanzas que se dicen, durante la inclinación o prosternación, serán en voz baja.



2° LA ORACIÓN DEL MEDIODIA «ADUHR»:

Su tiempo, desde cuando empieza el sol a declinar de la bóveda del cielo hasta un poco antes de la oración de la tarde.

Su número de RAKA’AHT: cuatro seguidas, a saber, después de acabarse la segunda, tal como vimos en la figura número 10, se levanta a efectuar otras dos, haciendo girar la cabeza hacia la derecha e izquierda al final de las mismas.

La recitación durante la misma, será en silencio.



3º LA ORACIÓN DE LA TARDE «AL-A SR»:

Su tiempo, desde que la sombra de las cosas se hace igual a las mismas, hasta un poco antes de ponerse el sol.

Número de RAKA’AHT: son cuatro, y se efectúan igual que la oración del mediodía.
La recitación durante la misma: será igualmente en silencio. Esta oración ha sido especialmente destacada de entre las otras oraciones según: versículo número 238 de la sura 2: «Observarlas oraciones y la oración intermedia y consagraos fervorosamente a Dios».



4º LA ORACIÓN DEL ANOCHECER «AL-MAGRIB»:

Su tiempo: desde la puesta del sol hasta la del crepúsculo vespertino, siendo preferible efectuarla lo antes posible, por tener un espacio limitado de tiempo.

Número de RAKA’AHT: son tres. Se efectúan las dos primeras, levantándose para efectuar la tercera impar, dejando de girarla cabeza hasta llegar al final de la ATTAHIYAT Y ASSALAT AL-IBRAHIMMIYAH.

La recitación durante la misma:

Será en voz alta, en la primeras RAKA’AHT, y la tercera en silencio.



5° LA ORACIÓN DE LA NOCHE «AL-ISHA’A».

Su tiempo: desde la desaparición del crepúsculo vespertino hasta la aparición del alba.
Número de RAKA’AHT: Cuatro, que se efectúan igual que la oración del mediodía.
La recitación durante la misma: es en voz alta en las dos primeras y en silencio en las dos últimas.



SUNNA (10) DE LA ORACIÓN

A) La plegaria voluntaria de la oración de la madrugada (SUNNATUL-FAYR):

Son dos RAKA’AHT que se efectúan antes de la oración prescrita.

Algunos dichos del profeta que resaltan la importancia de la misma:



(10) Son las plegarias que el Profeta efectuaba fuera de las oraciones prescritas y que los creyentes están llamados a hacerlas voluntariamente.

Relató AISHAH: Que el profeta -la paz sea con él-dijo respecto a estos dos RAKA’AHT: «Son más queridas para mí que todo lo que hay en la vida». Esto según Ahmad, Muslim y Altirmithi.

Después relató Abu Hurairah, que el profeta -la paz sea con él- dijo: «No dejáis las dos RAKA’AHT de la madrugada aunque os expulse la caballería (refiriéndose a los enemigos)». Esto, según Ahmad y Abu Daud.



B) La plegaria voluntaria del mediodía. (SUNNATUL DUHR):

Son dos RAKA’AHT que se efectúan antes de la oración prescrita y otros dos después.

Relató Ibn Omar que recordaba del profeta lo siguiente «Diez Raka’aht; de entre ellas, dos antes de la oración del anochecer en su casa, otras dos después de la oración de la noche también en su casa, y finalmente dos antes de la oración de la madrugada». Esto según Al- Bujari.



C) La plegaria voluntaria del anochecer (SUNNATUL MAGRIB):

Son dos raka’aht, que se efectúan después de la oración prescrita del anochecer, según el dicho, anteriormente relatado.



D) La plegaría voluntaria de la noche (SUNNATUL ISHA):

Son dos raka’aht, que se efectúan después de la oración prescrita de la noche, según el dicho anterior.



SUNNA NO CONFIRMADAS (11):

1) Dos raka’aht o cuatro, antes de la oración prescrita de la tarde.

2) Dos raka’aht, antes de la oración prescrita del anochecer.

3) Dos raka’aht, antes de la oración prescrita de la noche.



(11) Son las plegarias que el profeta efectuaba unas veces y otras no. También son voluntarias pero en menor grado que las anteriores.



PLEGARIA DE AL-WITR (El impar):

Es una sunnah (12) confirmada, que el profeta la hacia de forma constante.
Viene en el relato de Ali Ibn Abitalib que dice: Al Witr no es una obligación como la oración prescrita, pero el Mensajero de Dios -la paz sea con él- la hizo y dijo: «jOh pueblo del Corán! hacer Al-Witr (impar), porque Dios es impar y quiere Al-Witr». Según Ahmad y AlHakim esto quiere decir que Dios es único y que quiere la plegaria de Al-Witr y da recompensa por hacerla.

El tiempo de esta plegaria: Los sabios jurisprudentes han decidido unánimemente que su tiempo no pueden ser más que después de la oración prescrita de la noche, prolongándose hasta la madrugada.

(12) Assunnah, es todo hecho, dicho o confirmación de alguna conducta por el profeta.



Número de RAKA’AHT: Dijo Al-Termithi: «Se comentó que según el profeta, esta plegaria está formada de trece, once, nueve, siete, cinco, tres, o una raka’aht; lo importante es que se acabe siempre con número impar dentro de lo mencionado, efectúa cada dos raka’aht juntas completas con el saludo final y luego una raka’aht impar sola. También puede efectuarse todas las raka’aht pares de una vez, dejando ATTASHAHUD y ASSALAT AL IBRAHIMIYAH, así como los saludos para el final de la última de las mismas y luego se hace la impar. Finalmente puede efectuar todas de una vez, dejando asimismo ATTASHAHUD y ASSALAT y los saludos para la última impar.



AL-QUNUT (13) (El recogimiento)

Ha sido propuesto por el profeta. Comentó el Imán Ahmad y otros del relato del Al-Hasan Ibn Ah que dijo: «Me enseñó el Profeta de Dios -la paz sea con él- unas palabras para decirlas en la plegaria de Al-Witr:

«Al’lahumma ihdini fiman hadait, wa’afini fiman a’afait, watawal’lani fiman tawal’lait wabarik li fima a’atait, waqini sharra ma qadait, fa’innaka taqdi wala yuqda alaik, wainnahu la yazul’Iu man walait, wala ya’uzzu man adait, tabarakta rabbana wata’alait, wasal’lal’lahu alannbbi Muhammad».
«Guíame Dios mió!, de entre los que has guiado, y sálvame de entre los que has salvado, y acéptame de entre los que has aceptado, y bendice lo que me has otorgado y protégeme de lo que has prescrito, porque Tú sólo juzgas y no puedes ser juzgado. ¡Dios mío!, al que proteges, nunca se humilla y al que rechazas nunca se enaltece. Bendito sea Dios en su grandeza, y la gracia sea con el profeta Muhammad».

Esta súplica se efectúa al acabar los versículos del Corán antes de inclinarse en la raka’ah impar o después de levantarse de la inclinación.

(13) Una súplica que se recita en la plegaria de Al-Witr, y en otras oraciones.



LA ORACIÓN COLECTIVA:

El Islam es la religión del amor y de la clemencia de la unidad y de la docilidad e incita a los musulmanes a la reunión y a la colaboración. Por todo esto hizo que la oración colectiva sea mejor que la oración individual por veintisiete grados. La oración colectiva es una Sunnah confirmada, respecto a la cual, se relataron varios dichos, entre ellos:

1º Relaté Ibn Omar, que el Mensajero de Dios- la paz sea con él-,dijo: «La oración colectiva, es mejor que laoración individual por veintisiete grados».

2° Relató Abu Al-darda: «Escuché al mensajero de Dios -la paz sea con él- diciendo: “No se puede ver tres personas, bien sea en la ciudad o en las afueras, que no observen la oración sin que Satanás les haya tentado. Permaneced unidos porque el lobo come solamente las ovejas apartadas” (según Abu Daud).



LA ORACIÓN DEL VIERNES:

La oración del viernes no se puede efectuar más que en la Mezquita donde se reúnen los musulmanes, sustituyendo la oración del mediodía, prescrita para los días corrientes, y teniendo el mismo horario.

Cuando se aproxima el tiempo de esta oración, el musulmán entra en la Mezquita rezando las raka’aht que quiera, dedicando, siempre, las dos primeras como saludo a la Mezquita (14), siendo todo esto voluntariamente. Según, Asunnah.

Después de escuchar el discurso del Imán, el Almuecín llama para avisar a la gente a la oración.

Los musulmanes se ponen en fila, detrás del Imán, dirigiéndose todos hacia Meca, y rezan dos raka’aht que forman la oración deL viernes; esta oración colectiva está prescrita obligatoriamente para los hombres sólo, mientras que es voluntaria para las mujeres, rezando éstas en sus casas, La oración del mediodía formada por cuatro raka’aht.

(14) Se refiere a rezar a Dios al entrar en su Casa, es decir, la Casa donde se adora a Dios.



LA PROSTERNACIÓN DEL DESCUIDO:

Si el orante se olvida o se descuida de algo de los ritos de su oración, y luego se acuerda de ello, durante la misma, o ha añadido una raka’ah de más, entonces debe efectuar dos prosternaciones al final de su oración y antes de girar la cabeza saludando, y las debe realizar después de las dos prosternaciones reglamentarias.

Ahora bien, si falta una raka’ah o más y está seguro de ello, debe levantarse y complementar lo omitido, haciendo las dos prosternaciones del descuido, al final.



LA ORACIÓN DEL ENFERMO:

No está permitido que el musulmán abandone la oración bajo ninguna circunstancia, así como si no puede levantarse, por alguna enfermedad, puede rezar sentado, imitando todos los movimientos de la oración en su cama. Si su estado no lo permite, es suficiente con mover la cabeza imitando las inclinaciones de la oración y recitando el Corán.



LA ORACIÓN DEL VIAJERO:

Dios ha autorizado al viajero reducir el tunero de raka’aht, asi la oración compuesta de cuatro raka’aht se queda en dos.

Asimismo se ha autorizado efectuar dos oraciones diferentes en el horario de una de ellas, por ejemplo: la del mediodía con la de la tarde, adelantadas en el tiempo de la segunda; igualmente se hace con las oraciones del anochecer y la de la noche, adelantando o atrasando según permitan las circunstancias, quedando únicamente la oración de la madrugada, como impar.



LA ORACIÓN DE LAS DOS FIESTAS:

Es una Sunnah confirmada por el Mensajero de Dios -la paz sea con él-, tanto para los hombres como para las mujeres, y se efectúa colectivamente en un lugar amplio fuera de la ciudad que se llama (ALMUSAL’LA); también se permite hacerla en la Mezquita, los niños, las mujeres, los ancianos salen todos, incluso la mujer durante el ciclo (15) está autorizada a salir para asistir al acontecimiento, pero no participa en la oración. El número de raka’aht son dos y su horario desde la salida del sol (alrededor de tres metros de horizonte), hasta un poco antes de llegar al mediodía.
El musulmán debe ducharse y vestirse de la mejor ropa que tenga, tocando algún perfume para participar en el bien y en la recompensa de Dios, en este gran día.

La primera fiesta es la del día del Desayuno, al final del Ramadán, y la otra es la fiesta del Sacrificio.
Aquí el discurso se hace después de la oración, al revés de la oración del Viernes: es aconsejable escuchar esta predicación porque engloba las directrices y consejos de la doctrina islámica.



(15) Durante la regla, ya que normalmente no puede hacer las oraciones por no reunir las condiciones generales.



EN CASO DE COINCIDIR EL DÍA DE LA FIESTA CON EL VIERNES:

Entonces se reza solamente la oración de la fiesta descrita antes, pudiendo hacer también la oración del Viernes, como viene en un dicho del Profeta que relató Abu Hurairah: «Han coincidido en este día dos fiestas; el que quiera puede excluir la oración del Viernes, pero nosotros la cumpliremos». (Esto según Abu Daud).



RECUPERACIÓN DE ORACIONES PÉRDIDAS

Debe recuperar las oraciones quien haya dejado de hacerlas por olvido o por sueño, pues el Mensajero -sean con él la paz y bendiciones de Dios- dijo: «Quien haya dejado una oración por sueño o por olvido, que la haga cuando lo recuerde, pues ciertamente este es su tiempo».
Pero quien deja de hacer su oración a propósito, según la opinión de la mayoría de los ‘ulama, es AZIM (culpable) y debe recuperarla. Sin embargo, otros como Ibn TAYMIYA dicen que quien deja de hacer la oración intencionadamente no tiene obligación de recuperarla, y aunque la recupere ésta no le es aceptada y debería más bien aumentar sus oraciones voluntarias... En resumen: quien deja de hacer la oración voluntariamente debería incrementar sus oraciones voluntarias y buenas acciones, pues en el sagrado Corán, dice:

«Les sucedió una posteridad que abandonó la oración y se entregó a las cuncuspiscencias. ¡Pero pronto tendrán su merecido! Salvo quienes se arrepientan, crean y practiquen el bien; éstos estarán en el para paraíso y en nada serán defraudados». (Sura 19, versículos 59, 60)

Dios sea glorificado y exaltado, nos ha dicho sobre los que abandonaban el Salah en su Libro Sagrado:
«Hay, pues, de los que rezan, que en sus oraciones son distraídos». (Sura 107, versículos 4 y 5)

Esto indica que la oración es muy importante y nos ordena no abandonarla o descuidarla, aunque estemos enfermos, pues los enfermos no están exentos de la obligación del salah.

Si su enfermedad le impide estar de pie en su oración, la hacen sentados; si no pudieran sentarse, la hacen acostados; si no pueden hacer SUJUD (postración) la pueden hacer con una inclinación de la cabeza -diferenciando con una mayor inclinación el SUJUD (postración) del RUKU (inclinación).

(Forma de realizar la oración de la fiesta)

Es sunna para aquel que reza, pronunciar TAKBIR siete veces antes de la recitación del sura AL—FATIHA y después del primer TAKBIR (AL-HIHRAM), y en el segundo RAKAH hacer cinco veces TAKBIR además del TAKBIRÁTU’L QIYAM (al levantarse).

No se ha relatado del Mensajero, sean la paz y bendiciones de Dios con él, que haya ofrecido ninguna oración voluntaria antes ni después de la oración de la Fiesta. Por esta razón el musulmán no debería ofrecer ninguna oración voluntaria. Relató Ibn Abbas, que Dios esté complacido on él, que el Mensajero -con él la paz y bendiciones de Dios-, salió para la oración de la fiesta y rezó dos rakat y no ofreció antes ni después ninguna otra oración.

Se deben hacer Takbir en los días del Eid Al Fitr y del id al ADHA porque es sunna. En el primero es sunna hacer Takbir desde que sale de la casa para dirigirse a la ración hasta que empieza el JUTBAH (discurso); mientras que en el segundo es sunna hacerlo desde el amanecer el día el Arafat hasta ASR (media tarde) del día tercero de TASHRIQ (y los días de Tashriq son el 11, 12 y 13 de DHULL HIYYA).



LA ORACIÓN DEL FUNERAL

En el Islam el muerto tiene un lugar digno y considerado. Aun muerto, el musulmán sigue recibiendo recompensa e incremento en su rango por las obras que sus hermanos ofrecen para él.
Se legisló la Oración del Funeral, como misericordia para el difunto, y es una obligación parcial: basta con que algunos la hagan. En la oración del Funeral no hay RUKU ni SUJUD (inclinación y postración y es toda ella en pie. Comprende cuatro TAKBIRAT, como sigue:

1º El orante pone intención de realizar la oración de este funeral presente.

2° Dice el Takbir levantando las manos, se cita la Súplica de la Apertura y después del Surat al-Fatiha (véase capítulo de la forma de empezar la oración, 2° apartado).

3° Después hacer Takbir de nuevo y recita el Salatu’l IBRAHIMIYAH (véase capítulo de la forma de empezar la oración, apartado 90).

4° Después hace Takbir por tercera vez levantando las manos y hace DU’A (súplica) por el muerto. Se relata que ABI ABDURAHMAN ‘AUF Ibn MALIK - que Dios esté complacido con él- dijo: «El Mensajero de Dios -la paz y bendiciones de Dios sean con él- rezó en un funeral y yo he memorizado de su DUA que decía:

«Oh Dios mío, perdónale y ten misericordia con él, sálvalo y borra sus faltas y favorécele en su estancia y ensancha para él la entrada (del Paraíso); lávalo con agua, nieve y granizo y purifícalo de sus faltas como se purifica la ropa blanca de su suciedad; y sustituye su morada por otra mejor, y su familia por otra mejor que su familia y su esposa por otra mujer y hazle entrar en el jardín y aléjate del tormento de la tumba y del tormento del fuego».

Hasta que, al terminar, yo deseé haber sido este muerto. (Transmitido por Muslim)

5º Por último, se hace Takbir levantando las manos y se dice:

«Dios mío! ¡No nos prives de su recompensa y no nos dejes en dificultad después de él».
Para terminar se saluda AS-SALAMU ALAIKUM girando la cabeza a ambos lados. Esta oración se hace normalmente en grupo y los que están detrás siguen al Imán.



SALAT ATTARAWIH

Esta oración se hace normalmente durante el mes de Ramadán y después de la oración de Isha, y se considera como oración voluntaria de noche; adorando a Dios en ella poniéndose de pie ante Dios, con concentración, con humildad.

El Mensajero -paz y bendiciones de Dios sean con él animó a la gente a rezar esta oración por el perdón que Dios concede a quien reza pues él -sean la paz y bendiciones con él- dijo:
«Quien se levante en oración durante Ramadán por Imán (fe) yen esperanza de recompensa, le serán perdonadas todas sus faltas pasadas». (Transmitido por Bujan y Muslim)

La oración de Tarawih es sunna confirmada para los hombres y las mujeres en el mes del Ramadán y se hace de dos en dos raka’aht, al igual que todas las oraciones de noche son de dos en dos, y son de ocho o de veinte raka’aht según la opinión de unos o de otros. Se prefiere realizarla en congregación.



POSTRACIÓN DEL TILAWAH

Es una sunna, en opinión de la mayoría de los ‘ulama. Cuando el musulmán escucha o lee un versículo del Corán en la que se menciona el mandato de hacer Suyud, debería él mismo postrarse; con las condiciones de estar en estado de purificación, dirigirse hacia la Qibla y estar debidamente vestido.
La forma de hacerla, es decir, Allahu Akbar y postrarse con la frente en el suelo diciendo SUBHANA RABBIAL’ALA tres veces. Luego dice Allahu Akbar y se reincorpora sin añadir nada más.
Se relata que cuando el Mensajero -paz y bendiciones de Dios sean con él- hacía la postración del Tilawah decía el siguiente DU’A (súplica):

«SUBHANA ALLAH, WAL HAMDULILLAH, WA LA ILAHA ILLA-ALLAH, WA-ALLAHU AKBAR WA LA HAWLA WA LA QUWATA ILLA BILLAHI AL’-ALYY’L ADHIM>.

(«Gloria a Dios, alabanzas a Dios, no hay divinidad excepto Dios, Dios es el Supremo, y no hay fuerza ni poder si no son procedentes de Dios Altísimo, el Inmenso»).

Los suras en el Corán en los que aparecen versículos con mandatos de postración son los siguientes:
El nº 7 AL’AARAF LOS AJARAFES

Nº 13 ARRA’AD EL TRUENO

Nº 16 ANNAHL LAS ABEJAS

Nº 17 AL’ISRA EL VIAJE NOCTURNO

Nº 19 MARIAM MARIA

Nº 22 ALHAYY LA PEREGRINACION

N° 25 AL FURQAN.. EL DISCERNIMIENTO

Nº 27 ANNAMIL LAS HORMIGAS

Nº 32 ASSAYDAH LA POSTRACION

Nº 41 FUSSILAT LAS DESTELLADAS

Nº 53 ANNA’YIM LA ESTRELLA

Nº 84 AI’INSHIQAQ LA GRIETA

Nº 96 AL’ALAQ EL CRUOR



Finalmente, en el breve compendio he deseado dar a conocer a los queridos lectores, la forma correcta de realizar la oración (Salaht), sus fundamentos, sus condiciones y lo que la anula, para que el musulmán tenga conocimiento de ella y para que comprenda su necesidad; porque es una conexión entre el siervo y su Señor, y para que esta conexión sea fuerte y continua proyectando paz y sosiego en su vida.

Ciertamente, hermano musulmán, la oración es un sosiego para ti, pues es alimento espiritual otorgado por Dios, El Altísimo, que te conoce mejor que tú mismo y conoce tu necesidad de la oración. El es quien te formó y te creó; así pues toma este alimento espiritual de tu Señor y aprovéchalo como una medicina para tu alma antes que para tu cuerpo, y obedece a la orden de Dios de hacerla, diciendo en su Sagrado Libro.

«Implorad el socorro con la perseverancia y la oración; porque ésta no es un sacrificio para los que tienen temor de Dios, que saben que comparecerán ante su Señor y que a El serán devueltos».
(Sura 107, versículos 45 y 46)

La oración se ha convertido en un enorme sacrificio para los que no temen a Dios porque sus corazones se han quedado vacíos del amor por Dios, y sus miembros inválidos del recuerdo de Dios, y no comprenden que cuando el musulmán se pone de pie ante el Señor de todos los mundos en la oración, y se compromete cada vez con sinceridad diciendo: «A Ti únicamente adoramos y a Ti solamente pedimos ayuda». Lo hace solamente porque la Fe ha penetrado en su corazón, su amor hacia Dios le lleva a acercarse al Creador y se han complacido sus ojos en El, y ha sentido su cercanía. Por eso se ha confirmado la intención de su corazón al contestar la llamada del ADHAN y a ponerse ante el Clemente, con intimidad, con respeto ante su grandeza, ante su inmensidad, ¡Oh, qué gran complacencia, qué gran dicha!

Entonces la oración es un acto que amansa el cuerpo y los miembros y agudiza el alma y madura las aspiraciones, y por ella el musulmán realiza el fin de la adoración a Dios dejando todo lo que no complace a Dios, como dijo El en su Sagrado Corán:

«Verdaderamente la oración os preserva de lo reprobable y lo indecente, y el recuerdo de Dios es más grande y Dios conoce lo que hacéis». Y dice también: «Por cierto que los creyentes tienen prosperidad, los que son sumisos en sus oraciones».

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